Los «pueblos» desembarcan en el real
Hasta la caseta municipal se acercó un grupo de alcaldes. La sintonía política era más que evidente con una inmensa mayoría de regidores del PSOE. Es el partido que tiene el control territorial de la provincia. Pero además ayer lo mostraron, posando en una foto de familia en la que sólo había dos excepciones del PA: los alcaldes de Tocina y de Pruna. Los corrillos esperaron a formarse con la entrada de la ministra María Jesús Montero, que acaparó toda la atención mediática y el estrés del protocolo por organizar el mejor posado. En un segundo plano, Susana Díaz, otrora lideresa a todos los niveles, se dejaba fotografiar con la secretaria general del partido en Sevilla, Verónica Pérez; la exconsejera Sonia Gaya, el alcalde de Sevilla y el presidente de la Diputación.
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En los grupitos fue inevitable hablar de las elecciones municipales que están a la vuelta de la esquina. Sin embargo, ante los micrófonos el leit motiv del día era la valoración en positivo de silenciar por unas horas la calle del Infierno para los niños autistas.
La caseta de la Cadena Ser se quedó muy pequeña para recibir a tantos invitados. En ella coincidieron personalidades de la política, la cultura y el deporte
A esa primera recepción del día acudieron autoridades que se están prodigando este año por la Feria, disfrutando sin complejos como el general jefe de la IV Zona de la Guardia Civil, Manuel Contreras; el jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, José Antonio Pérez o el teniente general Juan Gómez de Salazar, jefe de la Fuerza Terrestre. Muy cerca de ellos intercambiaban anécdotas el fiscal jefe Luis Fernández Arévalo con su colega y responsable del área de Dos Hermanas, María de los Ángeles Calvo, y el presidente de las cámaras de comercio andaluzas, Antonio Ponc
e.
Pasadas las dos y media de la tarde, con un solazo de justicia y el real repleto de gente, el interés se trasladó a la caseta de la Cadena SER que se quedó pequeña, muy pequeña, para tanto invitado. Los camareros hacían malabarismos con las bandejas y por momentos se vivió un ambiente de típica bulla sevillana. Aquí la política, representada por el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, se mezcló con el espectáculo. Pegados a la barandilla del exterior el músico Carlos Jean departía con la periodista Cristina Pardo, a los que se les unió por unos segundos el líder de Vox en Andalucía, Francisco Serrano. A pocos centímetros, el humorista Manu Sánchez, con una paciencia infinita, aparcaba una y otra vez el catavino para hacerse una foto.
Representantes de la cultura sevillana llegaron a tiempo y pudieron hasta sentarse. En una misma mesa se les vio en buena compañía al director de la Bienal, Antonio Zoido; al alcaide de los Reales Alcázares, Bernardo Bueno, y al director general del Teatro de la Maestranza, Javier Menéndez.
También respondieron a la invitación el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, y las secretarias generales de CCOO y UGT, Nuria Pérez y Carmen Castilla, que lo tuvieron complicado para abrirse paso entre la gente. Lleno absoluto.