«Siento haber matado a tu padre»
Abrirse en canal, admitir ante desconocidos que has robado, que has traficado, que le has partido el corazón con un cuchillo jamonero a un chaval o que has dejado a dos hijos sin padre a pedradas. Es el daño sin paliativos y el dolor en carne viva. Sus autores tienen nombre y condena, pero quieren redimirse y que los perdonen. En la calle es improbable que José (55 años), Jesús (32), Juan Carlos (26) y Francisco Javier (44) se hubieran tomado una caña juntos en un bar de Sevilla. Pero la vida... Читать дальше...