Frustran trueque de cuadro perdido de Kahlo
Un hombre de nacionalidad mexicana fue detenido en Cuernavaca, Morelos, tras intentar certificar un contrato privado de compraventa de la obra La mesa herida de la pintora Frida Kahlo, cuadro que se encuentra extraviado desde 1955, tras ser robado o perdido en Polonia, donde había sido trasladado para su exposición.
Este lunes, un hombre cuya identidad no fue revelada se presentó ante la oficina de certificaciones y apostillados de la Secretaría de Gobierno de Morelos. Solicitó que se le certificara un contrato privado de compraventa de dicha obra, el cual debía ser enviado de inmediato a Reino Unido.
Lo que llamó la atención de las autoridades fue la exigencia de prontitud del ahora detenido, pues requería que el trámite se realizará “casi, casi el mismo día”, informó el subsecretario de Gobierno de Morelos, José de Jesús Guízar Nájera, quien ayer acudió ante la Fiscalía del Estado a denunciar el hecho.
“Él quería que las cosas se hicieran de inmediato porque tenía prisa de que el documento fuera enviado lo más rápido posible a Reino Unido”, lo que levantó sospechas, afirmó Guízar Nájera.
La mesa herida es considerado uno de los cuadros más importantes de Frida Kahlo, y su trascendencia creció luego de que el gobierno mexicano decretó el 18 de julio de 1984 que las obras de la pintora coyoacanense serían consideradas Patrimonio Artístico de México.
La obra destaca por su tamaño (1.2 metros de altura por 2.44 de largo), pues a lo largo de su vida Frida trabajó sobre todo con formatos pequeños. Dado que el cuadro no ha sido localizado desde que fue extraviado o robado en Varsovia, “nos vimos obligados a acudir ante las autoridades a denunciar lo que se presentaba ante nosotros”, abundó el funcionario.
El contrato privado de compraventa que el hombre detenido intentaba certificar, y que se encuentra validado ante el notario número dos de Jiutepec, Morelos, Marcelino Fernández Urquiza, refiere que la obra referida era parte de una compraventa en la que está involucrada una residencia ubicada en la colonia Las Playas de Acapulco, Guerrero.
Guízar dijo que aunque el contrato de compraventa no especifica el monto de la acción privada, se estima que la residencia referida podría equivaler al monto estimado de la obra, que es de 20 millones de pesos, ya que el documento referido establece que la operación indicaba el intercambio de la obra por el inmueble.
El documento de la operación comercial quedó en manos de la Fiscalía General del Estado y será dicha instancia la que resuelva cuál es el procedimiento a seguir, refirió Guízar.
Formalista burgués
De acuerdo con la investigadora del Instituto Iberoamericano de Berlín, Helga Prignitz, la pintora “envió esta pintura a la ex URSS como ‘un regalo muestra de amistad’, pero fue calificada por estructuras del gobierno soviético como ejemplo ‘de un arte formalista burgués decadente’, al igual que las obras de otros 19 artistas mexicanos como Raúl Anguiano, Luis Arenal, Olga Acosta y José Chávez Morado, entre otros”.
Así lo consigna un boletín de la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, del 14 de enero de 2018, donde se afirma que la investigadora relata que La mesa herida se exhibió por primera vez en 1940, en una muestra internacional del surrealismo. Allí tampoco le fue muy bien, pues la obra fue calificada “como una pintura de horror pesadillesco” y “una forma de autosuplicio” de la artista.
El cuadro que originalmente sería enviado a la URSS, luego de la muerte de Kahlo, fue facilitado por Diego Rivera para su exhibición en Polonia.
“El Museo Pushkin ha negado varias veces tener la pintura, no sabemos si de Polonia fue devuelta a Moscú… Es un misterio”, diría Prignitz, aunque las nuevas pistas pueden despejar la incógnita.
Mientras, la fantasía puede seguir su curso, pues incluso se ha llegado a decir que el cuadro está en manos de Vladímir Putin.
La pieza conforma su ser más íntimo
Luis Roberto Vera, poeta e historiador del arte, afirma que en La mesa herida, donde Frida aparece “como un nahual, conforma su ser más íntimo y creativo. Es el sustrato indígena de su mestizaje de donde surge el acto mismo que la induce a pintar y captar el mundo”. La obra, dice, “es una de las manifestaciones más contundentes respecto a cómo percibía el componente indígena de su personalidad”.