Osasuna atropella a la guardería de Flick (4-2)
La propuesta de ida y vuelta de Hansi Flick tenía que salir mal algún día y fue en El Sadar. Hay que reconocer al entrenador del Barcelona que es muy difícil aburrirse con un partido de su equipo, pero esta vez le salió al revés. Algo tuvo que ver que Lamine Yamal apareciera tarde en el césped. Flick quiso darle descanso y cuando recurrió a él ya perdía por dos goles, pero quedó la sensación de que este Barcelona repleto de chavales descansa más sobre la espalda de esta criatura de 17 años que sobre los goles de Lewandowski. El polaco fue sustituido cuando su equipo estaba lanzado a por la remontada.
En el Barcelona no estaba Yamal en el comienzo pero sí estaba Bryan Zaragoza en Osasuna. El año pasado, cuando jugaba en el Granada, el partido contra los azulgrana le valió la llamada de la selección y el fichaje por el Bayern. Este podría valerle para algo parecido. En sólo dos jugadas prácticamente liquidó a los azulgrana. Puso un centro desde la izquierda de Budimir para que marcara el primero del partido. Y un poco después resolvió un mano a mano ante Iñaki Peña con una pisada que despistó por completo al portero del Barcelona y le permitió marcar a puerta vacía.
Osasuna encontraba con facilidad la espalda de la defensa del Barcelona. El centro del campo azulgrana no era capaz de contener el juego del equipo local. Eric García se sentía muy solo como único medio centro y Pedri y Pablo Torre, sus acompañantes en el medio, miran más hacia arriba que hacia abajo.
El Barcelona encontró un poco de esperanza en una jugada con tres errores ya en la segunda parte. Sergio Herrera falló en el despeje, Pau Víctor quiso disparar desde fuera del área, pero lo hizo mal, lo que acabó por sorprender un poco más al portero de Osasuna, que vio cómo la pelota se le escapaba entre las manos.
No renunciaba a la remontada el equipo de Flick, pero cuando más cerca se veía de la igualada, llegó el penalti de Sergi Domínguez a Budimir, que no perdonó desde los once metros. Otra vez Osasuna cogía la espalda a la defensa. Ahora le tocaba a Areso, un tormento para el Barcelona por el costado izquierdo de su defensa. Pero más sorprendente fue el cuarto, un latigazo de Bretones que no pudo alcanzar Iñaki Peña.
Lamine llegó a tiempo de marcar el segundo del Barcelona con una facilidad insultante. Un golpeo desde fuera del área que buscó la escuadra de Sergio Herrera. El gol dio ánimos a los azulgrana para buscar la igualada, aunque quedaba lejos, pero no pudo evitar la primera derrota de Hansi Flick en ocho partidos de Liga.