Sánchez transmite a los ministros que la táctica del miedo a Vox ya no cala en el electorado
- Por qué el “miedo” no moviliza en el ámbito autonómico
- El objetivo sobre el PP, conseguido; la movilización, pendiente
- Sánchez plantea un giro para evitar nuevos batacazos
Así se lo ha transmitido el jefe del Ejecutivo a su núcleo duro, los ministros de mayor peso y, sobre todo, a los candidatos socialistas que se juegan su futuro político en las elecciones de Aragón, Castilla y León y Andalucía.
Por qué el “miedo” no moviliza en el ámbito autonómico
Sin embargo, circunscriben esta ineficacia en el mensaje al ámbito autonómico. Solo en los territorios, el votante concibe las elecciones regionales de tal forma que no concibe como “un peligro” las políticas de Vox, porque “no considera que le afecten en su día a día”, explican desde la formación política.
En la cúpula socialista han detectado que los electores tienen en cuenta más cuestiones del día a día a la hora de votar —algo que ya es de sobra conocido por todos los partidos—, pero que ahora está anulando el miedo a declaraciones de Vox sobre cuestiones sociales. “Piensan que no les incumben. Piensan en las cosas del comer y en las cuestiones locales, no en una ideología”, añaden desde el PSOE.
Una idea que pasa por reenfocar lo que suponen las políticas del partido de Santiago Abascal en el día a día. “Aterrizar el mensaje”, sintetizan en Ferraz. Una fórmula para que las advertencias sobre las políticas que enarbola Vox permeen en un electorado muy derechizado.
El objetivo sobre el PP, conseguido; la movilización, pendiente
El origen de esta estrategia era mermar las posibilidades electorales del PP, y ese objetivo lo dan por conseguido. María Guardiola se quedó a cuatro escaños de la mayoría absoluta, solo consiguió un diputado más y perdió 11.000 votos.
Pero en Ferraz empiezan a concluir que no basta, porque no están consiguiendo movilizar a su electorado. “El PP se la pega, pero nosotros también”, explican. Para que la estrategia cale, debe activar a unos votantes que se han ido mayormente a la abstención o incluso a Unidas por Extremadura —un movimiento que descartan en el resto de autonomías—.
Sánchez plantea un giro para evitar nuevos batacazos
Sánchez insta ahora a cambiar de estrategia en los comicios venideros para evitar batacazos electorales que terminen de hundir una moral muy tocada tras el varapalo de este domingo en Extremadura. Ferraz culpa principalmente a Miguel Ángel Gallardo de la debacle por sus maniobras para aforarse y torpedear la investigación de la jueza sobre presuntas irregularidades cuando la diputación que presidía contrató a David Sánchez, hermano del presidente.
También atribuye parte de culpa a los “bulos” de la derecha sobre su hermano. Un caso similar al de Begoña Gómez o el ex fiscal general, Álvaro García Ortiz, donde Moncloa ve mucha más intención política en los jueces que hechos probados de cualquier actividad delictiva.