Llegó el día de Nochebuena y con ello la tradición culinaria por excelencia en la ciudad de Toledo durante las fechas navideñas: las migas . Un acontecimiento marcado en el calendario de miles de toledanos, de todas las edades, que este año ha tenido buen tiempo y ha permitido el primer reencuentro entre amigos y familiares . Sobre la hora del mediodía de este miércoles 24 de diciembre ya se han empezado a ver a los más madrugadores. Bajo un cielo completamente despejado , las bajas temperaturas (8ºC) apenas se han notado. Con abrigos, americanas o chaquetas llegaban los primeros vecinos del barrio de Santa María de Benquerencia a los bares del Paseo Federico García Lorca, el escenario habitual para esta ocasión. Allí, los dueños de los bares estaban ultimando sus preparativos cuando ya había varios grupos pidiendo la primera ronda. La tradición consiste en pedir cañas de cerveza, acompañadas por un plato de migas . Inés Marcelina Pérez es la primera vez que ha vivido esta práctica como trabajadora y como vecina . Como colombiana, ha contado a ABC que le parece «una chimba (genial) porque esto no se hace en otros lugares y se trabaja en equipo al tiempo que uno disfruta de la compañía». Su bar, ubicado en el Paseo mencionado, ha preparado 50 kilos de migas . Otros de la zona, también se han atrevido con los callos y las gachas en su estreno como establecimiento hostelero. «Vamos con todo, 12 kilos de callos, 9 de gachas, 30 de migas y hasta 500 litros de cerveza» , ha detallado Edu, el regente del local. Toñi es una vecina del Polígono que lleva seis años acudiendo a esta cita. Una jornada que define como «muy especial» porque se junta con sus amigos y familiares y «hay muy buen ambiente». «Se sirven cañas, te dan migas y a mí lo que más me gusta, sin duda, es la cerveza» , afirma entre risas, a lo que añade un «por aquí nos quedaremos hasta que nos tengamos que ir a hacer la cena». En el otro extremo de la ciudad, cerca del Campus de la Fábrica de Armas, se encuentra Santa Teresa, 'el barrio de la juventud', que este día se convierte en uno de los puntos claves de la ciudad . Aquí se concentran la mayoría de los jóvenes de Toledo . De hecho, hay alguno que lleva su equipo de sonido en su coche para amenizar la jornada. Allí, varios chicos han destacado a ABC que «es un día de reencuentros con muchos amigos que están fuera estudiando o trabajando». «Por la mañana nos reunimos los amigos y ya por la noche cada uno con su familia. Es una tradición», explica uno de ellos, que al ser preguntado por cómo se terciará el día, responde con un « hasta que el cuerpo aguante, que luego a ver quién cena» . Y cómo no, el Casco histórico dejó de lado el turismo por un día y recuperó su esencia vecinal con las migas. Hubo algún que otro turista que se paraba a mirar Google Maps al ver las barras de los bares en las calles y a tanta gente en las plazas , pero lo que más se ha visto han sido a vecinos del barrio antiguo. Personas que siguen celebrando una tradición que data de los años 80 y que se reúnen año tras año con sus seres queridos y amigos de toda la vida. La tradición sigue más viva que nunca y, mientras el tiempo acompañe, como así ha sido este año, las imágenes de estas zonas en Nochebuena seguirán siendo un constante en la ciudad: gente, alegría y gastronomía. Así, entre cervezas, migas y música, los toledanos se fueron «al descanso» de la Navidad, esperando la segunda parte de este «encuentro de migajas» el próximo 31 de diciembre .