La medieval Torre del Hierro, en Barco Pasaje, recupera la vida
Galería de imágenes
Vea la galería completa (10 imágenes)
La torre, ubicada en el Paseo Barco de Pasaje, es un edificio exento que perteneció al sistema defensivo amurallado de la ciudad. Ahora, gracias a esta actuación, se está reparado la cubierta plana del torreón que presentaba filtraciones y, además, se ha rediseñado el sistema de evacuación de aguas; también se están mejorado los paramentos interiores mediante la eliminación de barnices superficiales que han arenizado la junta de mortero entre mampuestos, lo que conllevaba la aparición de humedades. La solución a este problema ha sido el rejuntado mediante morteros de cal transpirables, según informó el Consorcio de la ciudad, organismo de quien dependen las obras.
Mejora de la accesibilidad
Asimismo, se está renovando la instalación eléctrica con un nuevo diseño de iluminación interior LED que mejorará la eficiencia energética del inmueble. A estos trabajos se suma la mejora de la accesibilidad, ya que hasta ahora la subida a la azotea se realiza mediante una escalera estrecha y de elevada pendiente, mientras que la barandilla ha perdido su anclaje al muro, proyectándose, así, una nueva que integra iluminación bajo el pasamanos.
Además, la Torre del Hierro va a contar, a partir de ahora, con una nueva puerta de salida a la azotea desde la escalera, y otra de acceso para la entrada desde el salón. En cuanto a carpintería, también se han reparado las dos ventanas existentes y gracias a este proyecto se han renovado tanto el lavabo como el inodoro ubicados en el aseo.
H.FRAILE
Chueca Goitia la rescató del olvido en los años 70
La Torre del Hierro es una torre albarrana que defendía la puerta de Adabaquín, construida en el siglo XII, que flanqueaba Toledo por el sur junto al río Tajo, ubicada en las inmediaciones del Barco de Pasaje de Toledo. Ejercía como primera aduana para los trajinantes, comerciantes y mercaderes que accedían a la ciudad en este punto tras cruzar el Tajo en barca. Existían también allí unos molinos de harina impulsados por la fuerza del agua que del mismo modo tenían la misma denominación y por ello en la puerta se cree que existía una báscula de pesaje de este bien de primerísima necesidad. Para algunos autores esta era la famosa puerta de Adabaquín, derivada del término árabe al-Dabbagin, que significa «de los curtidores» o «de las tenerías».
A lo largo de los siglos el edificio se fue degradando y perdiendo altura. En el siglo XIXestaba ocupada por infraviviendas y apriscos de ganado, según se cuenta el blog «Toledo Olvidado», que ilustra el comentario con una fotografiada tomada en 1857 por el galés Charles Clifford en la que se puede ver que su cubierta estaba compuesta por un tejado a dos aguas que y contaba con una especie de balcón en el flanco que miraba al río. La torre continuó su degradación hasta bien entrado el siglo XX. En los años 70 el prestigioso arquitecto Fernando Chueca Goitia, un enamorado de la ciudad de Toledo, se encargó de su restauración, unas obras que le han permitido seguir en pie hasta la actualidad. Hoy, cincuenta años después, vuelve a restaurarse.