Ante el encarecimiento de la electricidad y el gas debido a la guerra de Ucrania, algunos clientes han decidido buscar soluciones que abaraten su recibo de la luz. Es ahí donde los consumidores han comenzado a barajar diversas formas para caldear su hogar este invierno. Los pellets -producto con forma redondeada, catalogado como biomasa, que sirve para calentar chimeneas específicas- y la leña se encuentran entre las primeras opciones.

Tal es así que la venta de leña ha experimentado un aumento del 474%. Además, las estufas y chimeneas de leña, entre los que se incluye el pellet, han crecido un 395%, según datos de ManoMano, empresa de bricolaje, jardinería y hogar. Por ello, la compra de pellets para la próxima estación lleva activa desde principios de verano.

La demanda a distribuidores nacionales y consumidores particulares se ha anticipado y ha sido constante, al igual que la venta de leña. Pero ¿cuál de estas opciones es mejor para hacer frente al frío que se avecina en unos meses?

Repercusión del aumento de la electricidad

El uso de la leña ha sido siempre la primera opción para la mayoría de clientes debido a su menor precio. Pero este año la inminente subida de precios relacionada con el incremento del gas y la electricidad hace que la leña también haya experimentado un crecimiento. A pesar de ello, el precio de los pellets ha sufrido un crecimiento de un 80%, por lo que esto lo deja como segunda opción.

Desde la empresa pelletsyleña.com, su fundadora, Lola Fernández, ha explicado a 20minutos que el pellet «es un procesado que necesita de energía para su elaboración, por lo que se ha viso afectado por el aumento de los precios de la electricidad«.

El aumento de la energía no solo ha repercutido a los hogares, sino que el precio de los pellets se ha disparado alrededor de un 67% respecto al año anterior, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lo que supone una media de 0,5 euros por kilogramo.

La mejor época del año para comprar la madera es a partir de junio hasta octubre

Ha señalado, además, que la creciente demanda de países vecinos como Francia o Alemania «ha contribuido a este incremento de precio». Avebiom, Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, cifra en 300.000 toneladas de pellets el volumen de exportaciones que habrán realizado los fabricantes españoles al resto de Europa cuando finalice el año, el doble de lo habitual, frente a las más de 150.000 toneladas que se importarán este ejercicio, principalmente de Portugal.

La leña, por su parte, también ha sufrido un incremento. En cambio, a diferencia de los pellets, la subida ha sido «de un 7%», por lo que «a nivel económico es más interesante«, indica Fernández. Asimismo, desde Leñera Domínguez, su encargada, Rocío Domínguez, manifiesta que debido al auge de la demanda, que comenzó a principios de verano, el precio de la leña se ha incrementado y, ha señalado, que el del pellet, incluso para ellos que compran al por mayor, es «inaccesible».

¿Cómo ahorrar con la compra?

Desde pelletsyleña.com trasladan que la mejor forma de ahorrar en la compra de material para caldear la casa es «aprovisionarse para toda la temporada o parte de ella si se dispone de suficiente espacio». Su fundadora hace hincapié en que no es igual comprar «1000 kilos que 500. La optimización del transporte influye en un ahorro para el usuario».

Aconseja, además, que se lleve a cabo la compra conjunta por parte de los vecinos de una misma calle. «A efectos de compra aumentan el volumen y solo se abastecen de lo que van a usar o pueden almacenar», recalca.

Este aumento de la demanda se ve agravado por pedidos extranjeros a fabricantes españoles para sustituir el suministro que provenía de Rusia y Bielorrusia, alrededor de de 3 millones de toneladas. Ha supuesto que muchos clientes habituales se anticipen y realicen sus compras incluso en verano.

Domínguez menciona que «la mejor época del año para comprar la madera es a partir de junio hasta octubre», ya que luego empiezan las lluvias y supone un problema para los clientes porque al estar mojada «le cuesta más arder». Por su parte, Fernández recomienda la venta online ya que facilita la compra y el transporte. «Las entregas a domicilio permiten hacer acopio de cantidades que normalmente no podemos hacer si la transportáramos en nuestro coche», recalca Lola.

A pesar del incremento del precio de los pellets, un saco cuesta alrededor de 8 euros, desde Avebiom y la OCU defienden que el precio de los pellets sigue siendo muy inferior al de cualquier otro combustible fósil o la electricidad.

Ahora bien, «con la subida del gasoil es muy complicado obtener ofertas porque las empresas estamos muy pilladas en margen de beneficio», afirma Domínguez que espera volver a la situación de otros años cuando «a mas cantidad de madera más barata, pero este año son precios fijos».

Por su parte, Fernández sostiene que la opción de los pellets «es más económica» respecto al gas y la electricidad, pero no como en sus inicios, cuando comenzó a generalizarse. Remarca que para calentar una casa con una estufa, la media de consumo son unos 75 sacos para los 150 días de invierno, lo que supone unos 600 euros si el saco de pellets cuesta 8 euros.

En cambio, 500 kilos de leña suponen 145 euros, explica, por lo que la misma cantidad costaría 326 euros. Así, Lola recalca que el año pasado 32 sacos de pellets costaban 180 euros y ahora 269 euros, por lo que se inclina por la leña para hacer frente a los altos costes.