Por muchas negociaciones que haya encima -o debajo- de la mesa con interlocutores internacionales - especialmente con EE.UU .-, los regímenes dictatoriales de América Latina siguen tirando al monte y no pueden evitar alimentarse del miedo y la represión, mientras otras instancias, cruzando el Atlántico, parecen mirar a otro lado, evitando implementar instrumentos que obligan a respetar los derechos humanos . Si bien en Venezuela ha habido en los últimos meses cierto vaivén que parecía vislumbrar una reducción de las detenciones y una apertura a unas elecciones libres y transparentes - solo ha sido un espejismo como se ha visto en las últimas semanas -; en Cuba, la madre patria en cuestiones de represión a la que rinden pleitesía desde Caracas y Managua, ha seguido con su ritmo de arrestos contra disidentes. Mientras Nicolás Maduro ha desatado una oleada de órdenes de captura contra activistas y periodistas, dentro y fuera del país -la última afectada ha sido la hispanovenezolana Rocío de Miguel, detenida actualmente en el Helicoide -, Cuba sigue privando de libertad a todo aquel que levante la voz contra el régimen, por lo que la lista de presos políticos en la isla caribeña sigue aumentando. Así, el pasado mes de enero fueron arrestadas 13 personas, lo que suma un total de 1.066 presos políticos, según el último informe de la ONG Prisoners Defenders. «Con cierre de datos a fecha 31 de enero de 2024, la lista de prisioneros políticos en Cuba contiene un total de 1.066 prisioneros políticos y de conciencia sufriendo condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad por parte de las fiscalías sin supervisión judicial alguna, debido proceso o defensa efectiva, en flagrante violación de la ley internacional», denuncia el documento. Noticia Relacionada estandar No El régimen de Maduro detiene a una activista hispanovenezolana por presunta conspiración Ludmila Vinogradoff Se trata de Rocío San Miguel, que el chavismo vincula en una supuesta trama de magnicidio Como sucede en el régimen de Maduro, también existen las puertas giratorias para el de La Habana, en un intento de maquillar las cifras: «Han entrado este mes de enero en nuestra lista 13 nuevos prisioneros políticos . Y han sido 10 los prisioneros políticos que han salido de nuestra lista este mes tras el cumplimiento íntegro de la sanción o medida impuesta«. Pese a las salidas, las cifras de detenciones de carácter políticos se han ido incrementando. Así, en 2023, ingresaron en las cárceles cubanas un total de 170 presos políticos , lo que indica la regularidad en las detenciones, con alrededor de 14 arrestos cada mes. Según el informe de PD, a lo largo del año pasado un total de 1.236 nombres formaron parte de la lista de presos políticos. En cuanto a los 1.066 presos políticos -detenidos «por su ejercicio de la defensa de sus derechos humanos»-, la ONG los divide en tres categorías: convictos de conciencia (serían 831), condenados de conciencia (199) y otros presos políticos (36). Entre ese millar de privados de libertad se encontrarían 33 menores, de los cuales 29 cumplen sentencia y cuatro aún siguen en proceso penal. Menores de edad Los presos menores de edad en Cuba están ingresados en «centros de carácter totalmente penitenciario, auténticas prisiones, que eufemísticamente se denominan 'Escuelas de Formación Integral', pero no dependen del Ministerio de Educación, sino del Ministerio de Interior», indica el informe de PD . En estos centros penitenciarios con celdas se confinan cada año, « como ya denunció el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas el 9 de junio de 2022 «, un mínimo de 150 niños por debajo de los 16 años. El mismo Comité destacó que en torno a 260 niños, de 16 y 17 años, sufren privación de libertad en prisiones convencionales, »lo que hace una suma total de 410 menores los que sufren prisión al año en Cuba, según ha podido confirmar la propia Naciones Unidas«, subraya PD. El documento desglosa alguna de las penas que reciben: así 17 de los menores mencionados han sido ya condenados por «Sedición» , por la que deben cumplir 5 años de privación de libertad, «un castigo en promedio superior al que sufrían los adultos en prisión política antes del #11-J de 2021», cuando tuvieron lugar las manifestaciones históricas en la isla. Según PD, en la actualidad la mayoría se encuentran en reclusión domiciliaria o trabajo forzado sin internamiento. En relación con las mencionadas protestas, que provocaron la detención de miles de cubanos , según los datos que maneja la ONG 225 manifestantes han sido acusados de sedición y al menos 213 ya han sido sentenciados a un promedio de 10 años de privación de libertad cada uno. En cuanto a las mujeres presas actualmente, la cifra es de 114 (incluyendo varias de género trans), «que siguen aún con autos y condenas políticas y de conciencia», indica la ONG española.
