Galicia, epicentro del 'bum' de las casas prefabricadas

Si alquilar en Galicia se ha convertido en una carrera de fondo en los principales núcleos de población -los precios escalaron un 7% de media el último año- hacerse con una vivienda en propiedad es un imposible para buena parte de las familias. El problema reside, de partida, en la escasa oferta que dispara los precios hasta límites no conocidos en la Comunidad gallega . A la falta de viviendas en venta, y a las prisas por adquirir sobre plano las de nueva construcción, se suman desde hace tiempo los obstáculos a la hora de conseguir una hipoteca. Los requisitos, coinciden desde el sector inmobiliario, se han elevado tanto que han logrado expulsar del mercado a decenas de miles de interesados a los que solo les queda resistir en el exiguo mercado del alquiler... o buscar otras alternativas menos convencionales. Y este plan C para algunos compradores son las casas prefabricadas . Un concepto que en los últimos años se ha redefinido dejando atrás el lastre de construcciones de mala calidad y vinculándose cada vez con diseños modernos e inmuebles resistentes y eficientes. Detrás de este cambio de perspectiva están decenas de empresas con base en Galicia que llevan años trabajando para imponer su modo de hacer y que facilitan que la Comunidad se haya convertido en una suerte de epicentro de la fabricación y construcción de viviendas modulares, en toda su extensión. De hormigón a madera pasando por acero, las posibilidades se adivinan en este momento cuasi infinitas para los clientes que tocan a la puerta de alguna de estas empresas. «La rapidez, el control de calidad, la calidad y la eficiencia energética» son algunas de las ventajas que resalta el equipo de Hauss a ABC como motor de su negocio. Esta empresa, ubicada en La Coruña, lleva años creciendo y ya valora duplicar la superficie destinada a fabricación para doblar su facturación en los siguientes años. Con una cifra de negocio de 4,5 millones de euros, desde Hauss profundizan en las razones del cambio de modelo habitacional. «El incremento de los costes de material y la dificultad para acceder a una hipoteca, hacen que menos gente pueda acceder a una hipoteca, porque el coste incrementó la obra nueva más de un 25 por ciento , y afecta tanto a la vivienda modular como a la convencional». Además de todo esto, revelan desde el sector, las dificultades para encontrar empresas constructoras y la falta de personal cualificado hacen que mucha gente busque alternativas, como es el caso de las viviendas modulares. MÁS INFORMACIÓN estandar No La casa prefabricada que está arrasando en España: cuesta menos de 7000 euros V.L «Desde la pandemia detectamos más interés por este tipo de construcciones por el atractivo que supone vivir en una casa con jardín . En este momento, además, los tiempos de construcción son un punto muy importante», introducen como argumento a mayores desde Addomo, una empresa con base en el concello de Ames. Sobre el tipo de cliente que acaba decantándose por esta alternativa habitacional para tener una vivienda en propiedad, en Hauss aclaran que el espectro es muy variado, aunque existe un «cliente tipo». Se trata de una pareja joven, en torno a los 40 años, con uno o dos hijos y de un nivel sociocultural medio alto . Lo que buscan, coinciden las firmas consultadas, es que se le den soluciones y despreocuparse. En esencia, explican, huyen de los problemas derivados de hacerse una casa con una autopromoción. «Es un proceso que desgasta mucho y al final lo que el comprador requiere es que nosotros nos ocupemos de todo, desde el diseño y la obtención de licencias a la construcción y posventa». Interior de una de las viviendas modulares de Addomo roi alonso Madera, hormigón y acero Los materiales con los que se construyen las viviendas modulares son igual de longevos que los de una construcción tradicional. Se trata de una de las principales preocupaciones de los compradores, que se plantean si en un territorio tan húmedo como Galicia este tipo de vivienda será una opción viable. Pero la respuesta, inciden desde el sector, es sí. Son inmuebles pensados para soportar todo tipo de climatología adversa, en todos los sentidos. Lo corroboran, inciden algunas de las empresas consultadas, algunos de los clientes que llevan años residiendo en ellas. Triple cristal, doble cámara de argón, sistemas de renovación de aire de doble flujo o láminas antirradón son algunas de las implementaciones que estas viviendas plantean. El precio es una de las principales cuestiones que se valoran a la hora de pensar en un plan C al margen de los alquileres y el mercado tradicionales, y en este punto las casas modulares suelen ser más rentables, aunque las tablas de precios son muy variables. De media, inciden desde Addomo, es posible hacerse con una de estas construcciones, llave en mano, por unos 1.200 euros el metro cuadrado . La inversión implica desembolsar unos 96.000 euros por una casa de unos 80 metros cuadrados, un precio muy por debajo de los rangos convencionales, aunque en este punto es necesario tener en cuenta que ha de contarse con una finca en propiedad, lo que eleva los costes. Sin embargo, muchos clientes se sienten atraídos por los presupuestos, que son cerrados , evitan sorpresas de última hora y garantizan la llave en mano. Tampoco supone un obstáculo ya la calidad de estas construcciones, que garantizan una durabilidad incluso superior a la de un inmueble convencional porque se emplean sistemas ligeros y novedosos, que suelen acompañarse de una mayor eficiencia energética, con el ahorro «a medio y largo plazo que implica». Este nuevo nicho de mercado se expande a piso firme en la Comunidad gallega, donde se ubican algunas de las empresas mejor valoradas a nivel nacional. «Galicia fue pionera en la implantación de viviendas modulares a principios de la pasada década y en los últimos años surgieron nuevas empresas que hacen que Galicia sea referente en la construcción industrializada» asume el arquitecto de Hauss. Para los profesionales de Addomo, especializada en estructuras de madera y hormigón, «hace quince años casi no se oía hablar de este tipo de viviendas y ahora nos piden expandir nuestro mercado fuera de la Comunidad» . Lenta pero segura, la modalidad prefabricada empieza a erigirse como una alternativa de peso en la cabeza de muchos compradores que buscan ahorrarse muchos de los pasos que implica una compraventa tradicional. Los que dudan, aclaran desde el sector, acaban persuadidos por la posibilidad de estrenar casa en pocos meses.