El PSOE rema para atraer a ERC al acuerdo con Illa
"Quien tiene más transferencias, tiene que tener más medios". El PSOE despliega toda su capacidad de pedagogía para ir allanando el camino al reconocimiento de una singularidad financiera para Cataluña. En un ejercicio coordinado, que recuerda al que ya se visibilizara con la amnistía, el partido secunda la estrategia que ya ha emprendido el Gobierno para atraer a ERC a apoyar la investidura de Salvador Illa. Primero fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien asumió el marco independentista de la "singularidad" y posteriormente el presidente Sánchez avaló esta vía para una comunidad "tan importante como Cataluña". Ahora, es Ferraz quien prepara el terreno.
Pese a que desde la dirección sostienen que "el Gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña", lo cierto es que la hoja de ruta pasa por relegar a Salvador Illa de la negociación y que esta se establezca al más alto nivel, directamente con La Moncloa. Fuentes socialistas son conscientes de que ERC necesita armar un relato, vestir políticamente su decisión de apoyar al candidato del PSC, y, para ello, es preciso que los réditos de la negociación les sean computables en exclusiva a los republicanos. Esto es, que no sea Illa quien acabe rentabilizando aumentar la autonomía financiera catalana.
En esta línea, el PSOE se aferra a que la propuesta que está encima de la mesa es la misma que figura en su programa electoral, esto es, una "reforma de la financiación suficiente para todas las comunidades autónomas" y en lo que respecta a Cataluña, se aferran a lo rubricado en el acuerdo de investidura de Sánchez con ERC, en el que se limitaba la financiación "singular" -ya aparecía entonces esta denominación- a las "competencias singulares" que tiene la región, tales como los Mossos o las competencias penitenciarias. "Quien tiene más transferencias, tiene que tener más medios", aseguró la portavoz del PSOE, Esther Peña.
En privado fuentes socialistas aseguran que no hay nada más. "No nos movemos del pacto de investidura", dicen. Intentan entrelazar lo que supone una reforma global del sistema de financiación, una cuestión pendiente desde 2014, con los términos bilaterales de lo que se negocia con ERC y está íntimamente ligado a la investidura de Illa. En el PSOE están dispuestos a hacer gestos y sufragar los gastos añadidos que supone la divergencia competencial, pero no van a avanzar en ningún marco que supere la Constitución o el Estatut, como requeriría establecer una suerte de "concierto" catalán.
Además, los socialistas recuerdan a los republicanos que su capacidad de presión es limitada. Y tiene como fin último la repetición electoral. "Aquí solo hay dos alternativas: Illa, presidente o elecciones. Que decida ERC", señalan las citadas fuentes, conscientes de que quien saldría peor parado en este escenario de vuelta a las urnas sería ERC. "Por tanto si algunos están dispuestos, disponibles o pidiendo repetir elecciones que lo digan claramente", ha señalado Peña al tiempo que indica que los socialistas no quieren ese escenario porque han escuchado "la voz de la calle" y "la pulsión de cambio" que a su juicio existe en la sociedad catalana.