Todos lo hacemos en Nochebuena y Navidad por tradición y te pueden poner multas de hasta 600.000 euros: no es beber alcohol
La Navidad huele a jengibre, chimenea… pero también a pólvora. En muchas casas españolas, tirar petardos o lanzar fuegos artificiales en Nochebuena y Navidad se ha convertido en una costumbre tan habitual que, para algunos, ya es casi una tradición familiar. El uso de pirotecnia está tan extendido que, en muchos casos, solo los dueños de mascotas se resisten a emplearla para evitar el sufrimiento de sus “hijos peludos”.
Sin embargo, aunque esté normalizado y se repita año tras año, algo tan aparentemente sencillo como encender un petardo puede acabar arruinando la noche… y la cartera. Y es que el uso irresponsable de artículos pirotécnicos puede acarrear sanciones económicas muy elevadas.
Multas de hasta 600.000 euros
Con la llegada de las fiestas, la compra de pirotecnia se dispara, pero también lo hacen los controles. La Guardia Civil recuerda que el uso inadecuado de petardos, bengalas o cohetes, así como su adquisición en puntos de venta no autorizados, puede conllevar multas que alcanzan los 600.000 euros, además de suponer un grave riesgo para la seguridad.
Las sanciones dependen de la gravedad de la infracción, del tipo de material empleado y del lugar donde se utilice. No respetar las normas de seguridad, manipular pirotecnia sin autorización o hacerlo en espacios prohibidos puede derivar en importantes consecuencias legales.
Prohibiciones municipales y controles especiales
A estas sanciones se suman las ordenanzas municipales, que en muchos lugares prohíben expresamente el lanzamiento de petardos y cohetes durante estas fechas. Ayuntamientos como Alcalá en Madrid han recordado estos días que el incumplimiento de la normativa local también puede acarrear multas económicas.
Por este motivo, las fuerzas de seguridad han intensificado las inspecciones en establecimientos y puntos de venta, especialmente en Navidad, cuando la demanda de pirotecnia aumenta de forma notable.
Tradición sí, pero con responsabilidad
Para muchas familias, los petardos forman parte del ambiente festivo de estas fechas. Aun así, cada vez son más los ciudadanos que apuestan por la prudencia y la concienciación, conscientes de que la seguridad debe estar por encima de la tradición.