¿Por qué la decoración navideña impacta positivamente en la salud?
La decoración navideña se ha convertido en mucho más que colocar un árbol y unas luces: es una forma de transformar la casa en un refugio cálido, emocional y lleno de significado para quienes la habitan. Según Ep, diversos especialistas en bienestar señalan que rodearse de elementos luminosos, colores cálidos y símbolos ligados a buenos recuerdos puede mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de hogar durante estas fechas, especialmente en invierno, cuando pasamos más tiempo en interiores y la luz natural escasea.
El árbol de Navidad sigue siendo el gran protagonista del salón, y su colocación suele marcar el inicio "oficial" de las fiestas en muchos hogares. Elegir un lugar visible, pero que no entorpezca el paso, ayuda a integrarlo en la vida diaria, convirtiéndolo en un punto de reunión en torno al que se hacen fotos, se dejan los regalos y se comparten momentos en familia. En la decoración del árbol, cada vez se impone más la idea de elegir una paleta limitada de colores para lograr un efecto más armonioso y sofisticado, dejando que algunas piezas tengan valor sentimental: adornos heredados, figuras compradas en viajes o bolas personalizadas con nombres y fechas.
La iluminación es otro pilar fundamental de la atmósfera navideña, hasta el punto de que muchos psicólogos y expertos en estilo de vida recuerdan que las luces cálidas y los puntos de luz indirecta se asocian con sensaciones de calma, refugio y bienestar emocional. Las guirnaldas LED permiten decorar ventanas, estanterías, marcos de puertas e incluso cabeceros de cama, creando pequeñas islas de calidez en diferentes rincones de la casa sin un gran consumo energético.
La mesa de comedor se convierte en un escenario central durante las fiestas, y su decoración influye tanto en la estética como en la forma en que se vive cada comida. Un mantel sencillo, acompañado de un camino de mesa con ramas verdes, piñas, velas y algún adorno metálico, puede resultar más elegante y práctico que una mesa recargada, en la que apenas quede espacio para los platos.
En los últimos años, el enfoque de la decoración navideña se ha desplazado hacia propuestas más sostenibles y conscientes, que buscan reducir el impacto ambiental sin renunciar a la magia visual. Se recuperan adornos de años anteriores, se reparan piezas antes de tirarlas y se recurre a materiales naturales como ramas de pino, eucalipto, piñas, madera o textiles de algodón y lino, frente al plástico de un solo uso.