A pesar de que el mundo se encuentra dominado por la comunicación digital, la fotografía instantánea (que revela en papel físico al momento) mantiene un sólido desempeño en México impulsado por la generación Z.En este sentido, Instax, marca de cámaras instantáneas de la japonesa Fujilim, prevé un crecimiento de 20 por ciento en sus ventas en 2025.“Consideramos que podríamos crecer alrededor de 20 por ciento compuesto durante los próximos cinco años en ventas, tomando en cuenta que las metas anuales de la marca nunca son menores a 10 por ciento frente al año anterior”, comentó Verónica Maldonado, gerente de Marketing de Fujifilm.“México es un mercado con mucho potencial. Aún no podemos cubrir toda la demanda existente, y aun así seguimos creciendo”, agregó para MILENIO.A los mexicanos les gusta el estilo “vintage”Maldonado señaló que el país se posiciona como uno de los mercados más relevantes de Instax en América Latina, con un desempeño comparable al de Brasil, pese a la diferencia de población.“Para el tamaño del país y de la economía, Instax es un muy buen producto para el mercado mexicano”, destacó. Además resaltó que la distribución de México es una de las más grandes a nivel global.Por su parte, explicó que en lo que va de 2025, la firma de cámaras instantáneas en el país registra un crecimiento de 2 por ciento en ventas respecto al año anterior, a pesar de vender 8 por ciento menos unidades, lo que responde a un cambio en el comportamiento del consumidor.“Este año la Generación Z se está enfocando más en comprar productos versátiles y de mayor valor, como cámaras híbridas que funcionan también como impresoras”, comentó Maldonado.Por otro lado, indicó que en términos de ingresos, la venta de dispositivos de cámaras e impresoras se ubica 4 por ciento por encima del objetivo anual, mientras que la venta de película conocidos como “cartuchos” presenta un ligero decrecimiento.Aun así, Maldonado señaló que el modelo de recompra se mantiene sólido.“Por cada dispositivo que se instala en el mercado, se venden en promedio 3.5 cartuchos al año”, afirmó. Recordó que a nivel mundial, Instax superó recientemente la venta de 100 millones de dispositivos, lo que generó una presión importante sobre la capacidad de producción.“La demanda es mayor a lo que tenemos disponible para vender. Si tuviéramos suministro ilimitado, podríamos vender hasta 10 por ciento más”, explicó la directiva.Agregó que la falta de producto está generando inventarios ajustados en mercados como el mexicano.“Llevamos meses con inventarios muy cortos”, dijo.Sin embargo, señaló que la empresa estima que la estabilidad en el suministro podría recuperarse hacia mayo del próximo año. Las instantáneas, favoritas de la Gen “Z”De acuerdo con Maldonado, el principal público de Instax está conformado por jóvenes de entre 15 y 35 años, especialmente la Generación Z, a pesar de ser un segmento de la población que creció completamente en un entorno digital.“Son personas que nacen con un dispositivo en las manos, son multidispositivos y pasan hasta 15 horas conectados a internet al día, siete de ellas en redes sociales”, detalló Maldonado.Indicó que justo ese “exceso de conexión” es lo que está impulsando la búsqueda de experiencias “más tangibles”.Por su parte, señaló que actualmente, cerca de 70 por ciento de los usuarios de Instax pertenecen a la Generación Z, y de ese total, alrededor de 70 por ciento son mujeres, aunque la participación masculina va en crecimiento en los últimos años.“Antes, los hombres representaban menos de 10 por ciento de los usuarios, pero esto ha cambiado gracias a nuevos diseños y productos más incluyentes”, señaló.Historia de la fotografía instantánea en MéxicoLa primera fotografía instantánea se practicó en México a partir de la década de 1890, según explica Brenda Ledesma Pérez, académica de la Universidad Panamericana, en el artículo El preciso instante.La llegada de la fotografía instantánea a México, en la publicación En-Claves del Pensamiento, del Tecnológico de Monterrey.“Las capturas del movimiento se dieron en el ámbito de lo cotidiano, de lo espectacular y lo festivo de los fotógrafos aficionados, estas ocasiones recibieron mayor atención que los nuevos medios de transporte, como los tranvías eléctricos, los automóviles y los aeroplanos, que se identificaban de manera simbólica con visiones o ideas sobre una realidad dinámica y mecanizada”, explica la académica. Además, señala que los fotógrafos no siempre encontraron aquellos símbolos de la modernidad al explorar su cotidianidad en busca de situaciones a las que pudieran aplicar la captura del instante. “Con mayor frecuencia optaron por fotografiar espectáculos, es decir, las acciones que se desarrollaban en carreras ecuestres, corridas de toros, fiestas charras y espectáculos deportivos, a los que acudían para divertirse", explica."En esos entornos, no observamos máquinas ni vehículos, sino actores humanos en interacción con animales como caballos y toros que hoy identificamos con la vida rural, y no con el desarrollo urbano que se asocia a lo moderno”, agregó. Los fotógrafos mexicanos, según Ledesma, fueron usuarios de la tecnología desarrollada en Estados Unidos y en Europa.Sin embargo, los integrantes de la clase económica alta mayormente practicaban esta actividad, ya que sólo ellos contaban con los recursos para adquirir el equipo fotográfico, costoso en aquel entonces. "También contaban con el tiempo libre necesario para aprender a manipularlos y practicar hasta tener éxito; así como el dominio de idiomas como el inglés o el francés en el que estaban escritos algunos manuales de fotografía como los de Albert Londe y Josef Maria Eder, que circularon en este país”, añade la especialista.
