Álex Rovira, escritor, sobre la soledad: «Quienes necesitan desesperadamente estar acompañados, tienden a elegir mal sus vínculos porque se conforman con lo primero que encuentran»

El ser humano, por naturaleza, busca conexión y compañía . Y es que la soledad suele ser vista en nuestra sociedad como un estado indeseable o preocupante . Desde pequeños, se nos enseña a relacionarnos constantemente, a estar conectados y a intentar encontrar a otras personas que deseen permanecer a nuestro lado. El estar solo se asocia con la tristeza , el aislamento y la debilidad . Sin embargo, la psicología indica que también tiene su lado positivo. Aprender a convivir con la soledad es esencial para comprenderse a sí mismo, fortalecer la resilencia emocional y valorar las relaciones con los demás de manera más plena. De esto mismo es de lo que habla Álex Rovira , escritor y economista español. «Hazte amiga o amigo de tu soledad y descubre el poder y la belleza que yace en ella» , señala. Álex Rovira explica que la soledad «puede ser un espacio sagrado de autodescubrimiento y conexión profunda ». «Cuando nos permitimos pasar tiempo a solas, nos brindamos la oportunidad de conocernos en un nivel más íntimo . Nos damos permiso para escuchar nuestros pensamientos, explorar nuestras emociones y reflexionar sobre nuestras experiencias de vida», señala. El escritor asegura que para estar bien con los demás, primero hay que quererse a sí mismo. Y es que esta es la única forma de establecer lazos de unión sanos. «Quienes necesitan desesperadamente estar acompañados, tienden a elegir mal sus vínculos porque se conforman con lo primero que encuentran o fomentan relaciones de dependencia y toxicidad », declara. El economista considera que, mediante el cultivo de la soledad, «nos damos cuenta de que no necesitamos constantemente del estímulo de los demás ». «Cuando se toma consciencia de eso, no solo nos da mucha paz, sino que logramos estar disponibles de verdad para los demás y ser auténticos», añade. Rovira dice que nos, de esta forma, nos valoramos, nos cuidamos y disfrutamos de nuestra propia compañía. « Nos convertimos en nuestros mejores amigos , bridándonos apoyo, amor y aceptación incondicional», concluye.