Sánchez tiene un proyecto de país para ganar en 2027: España, contrapeso de la ultraderecha
- Un plan para resistir más allá de 2027
- España, dique de contención internacional frente a la “ultraderecha”
- Mirada a largo plazo
- La particularidad catalana: Aliança Catalana como impulsor de ERC, Comunes y el PSC
Un plan para resistir más allá de 2027
Esta frase del presidente, que sonó como otra más para justificar que el Ejecutivo siga adelante sin pensar en un adelanto electoral, esconde el motivo de su resistencia de Pedro Sánchez cuando todo parece caerse a pedazos.
Según revelan a Confidencial Digital fuentes de la Moncloa, el líder de los socialistas tiene un plan en la cabeza para revertir la situación agónica que atraviesa el Gobierno en el ecuador de la legislatura.
Con dos años por delante, Moncloa trabaja para armar un frente que corte el avance de la ultraderecha en América y Europa. Un proyecto de país que, además, convenza a todos los ciudadanos que se oponen a la llegada de partidos de “ultraderecha”, y aúne a todos los partidos del Congreso de los Diputados incluso mucho más allá de 2027.
España, dique de contención internacional frente a la “ultraderecha”
El equipo del presidente lleva años enarbolando el miedo a Vox, con el fin de tratar de aglutinar un frente anti-Santiago Abascal, pero circunscrito al ámbito nacional.
Ahora, el Ejecutivo quiere aprovechar el avance de estos partidos en Argentina, con Javier Milei; en Chile, con José Antonio Kast; en Estados Unidos, con Donald Trump, y también en Europa. Ferraz prevé una cascada de gobiernos conservadores y ultraconservadores que se extienda por occidente en los próximos dos años, y es ahí donde atisba una baza para resistir.
Las alianzas del Partido Socialista se habían circunscrito a una necesidad parlamentaria, no a un proyecto común de país. Pero ahora el Gobierno considera que el auge de fuerzas “extremistas” —como las define—, permitirá a las formaciones de izquierda aglutinarse por un bien común: convertir España en dique de contención internacional para la próxima década.
Esa es la misión que se propone Sánchez: convertir unas alianzas puntuales contra Vox, en una estrategia conjunta que responda al viraje conservador de la política occidental. Un proyecto que” trasciende a 2027”, explican fuentes de Moncloa.
Mirada a largo plazo
Tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el Gobierno temía una ola conservadora, que se está confirmando. También lo advertían en Génova, que por ello ha empezado a asumir algunos postulados sobre el cambio climático —clamando contra el pacto verde— y el discurso contra la inmigración.
La victoria de Kast en Chile, reconocido pinochetista, ha confirmado de nuevo los cálculos que hicieron los dos grandes partidos hace un año. “Tenemos la misión de resistir a la extrema derecha”, afirman las fuentes consultadas por ECD.
Sánchez mira a medio y largo plazo, incluso más allá de su liderazgo al frente del PSOE. Las aguas del tsunami conservador que atisba Moncloa no se retirarán hasta la próxima década, según calculan en Presidencia. El presidente ha puesto luces largas, no mira a Extremadura, ni a los comicios más cercanos —que también preocupan— sino que centra su continuidad en un proyecto mayor, que le permita presentarse en 2027 como la única alternativa progresista del continente.
Por este motivo, en Ferraz preocupan más los casos de acoso sexual en el PSOE que la corrupción del ‘caso Leire’ y el ‘caso Koldo’.
La particularidad catalana: Aliança Catalana como impulsor de ERC, Comunes y el PSC
De esta fórmula excluye, en cierto modo, a Junts, que está compartiendo con Aliança Catalana en posiciones en materia migratoria. El partido de Silvia Orriols es una fuerza que se autodenomina islamófoba, y que ya ha sorpasado a los de Carles Puigdemont en la última encuesta del CIS catalán.
En el equipo del presidente calculan que el avance de Orriols activará al electorado progresista, y aupará a Esquerra Republicana, los Comuns y al PSC de Salvador Illa. Los tres partidos sobre los que se sostiene el Govern actualmente.