La restauración de la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, uno de los espacios más singulares y desconocidos del monumento, tanto por su difícil accesibilidad como por su estilo mudéjar, insólito en todo el conjunto, afronta sus últimos momentos a la espera de los informes técnicos que tienen que resumir todo el trabajo que se ha hecho y todo lo que se ha encontrado. La redacción de estos documentos y su difusión y entrega son los últimos pasos antes de que el trabajo, que ya terminó en la parte física, se dé por concluido. Así lo confirmó a ABC el canónigo obrero del Cabildo Catedral de Córdoba, Agustín Moreno , que recordó que estos trabajos los encargó y sufragó el Ministerio de Cultura , y que el propio organismo gubernamental había encargado los informes a la empresa que se había encargado de las obras. Ahí se hablará de lo que se ha realizado en los últimos meses, de los hallazgos que han permitido conocer algunos aspectos que permanecían ocultos y el aspecto que tenía la capilla en los siglos anteriores. Es el caso de algunas celosías que hasta ahora permanecían ocultas y que en la evolución de los trabajos que ahora están a punto de darse por terminados volvieron a ver la luz. El futuro, sin embargo, no llevará al momento en que la Capilla Real de la Mezquita-Catedral esté accesible a las visitas como el resto del monumento. La percepción contemporánea que tienen los visitantes es la de un espacio elevado , al que no hay acceso directo si no es a través de alguna escalera o, como ha sucedido en el tiempo en que han durado las obras, mediante unos andamios. Antes había permanecido a una altura superior a los dos metros sobre el nivel del suelo, y eso era así debido a que se había perdido el acceso anterior, situado en la zona occidental, es decir, la más próxima a la zona de Alhakén II y a lo que después fue la catedral gótica . Con los cambios que hubo a lo largo de los siglos se perdió la integración de la Capilla Real , que se había construido en el siglo XIV como enterramiento de dos monarcas de Castilla. Ahora las visitas estarán descartadas por el hecho de que, aunque se pueda llegar al interior mediante alguna escalera mueble o cualquier otro elemento, el suelo presenta un estado de mucha fragilidad y no se aconseja que se pueda discurrir por el interior. «Es un suelo muy antiguo», afirmó el canónigo obrero de la Catedral sobre la posibilidad de pasar al interior. El Cabildo podría estudiar algún procedimiento para que el interior pueda verse de alguna forma, pero será algo que se sepa en los meses siguientes, cuando se cuente con los informes y se den los trabajos por conlcuidos. Con la entrega de los informes se pondrá fin a unos trabajos que comenzaron en la primavera de 2024, tras una larga espera. El Ministerio de Cultura aportó 523.000 euros para las obras, que se encomendaron, tras el concurso público, a la empresa Tracer, aunque ya se contaba con intervenciones anteriores y sobre todo con un completo estudio del interior que había permitido conocer en profundidad el estado de la Capilla Real y de todos sus elementos. Las obras tuvieron una prórroga, de forma que lo largo de este año se invirtieron 53.482 euros más en seguir avanzando en la restauración y en el conocimiento, y en los trabajos para reparar el dorado de las yeserías, que caracterizó al monumento a lo largo de los siglos. En este tiempo se limpiaron los restos que se habían encontrado y fueron visibles los restos de la policromía de una decoración que por el estilo y por la fecha en que se realizó, ya en el momento cristiano, está emparentada con otros dos monumentos andaluces: el Real Alcázar de Sevilla y la Alhambra de Granada.
