El difícil equilibrio entre la ambición y la realidad

Concluida la   ventana FIBA de selecciones de febrero, ya no habrá más paradas en boxes esta temporada en la LEB Oro . El mercado de fichajes entre los equipos de la categoría cierra este jueves 29 de febrero aunque, según la normativa de la competición, aún se dispone de un mes suplementario para contratar a jugadores procedentes de otras ligas o bien del mercado de agentes libres. Mas con el final de febrero y la llegada del tercer mes del año, se vislumbra ya el tramo decisivo de la fase regular de la LEB Oro, cuando llega el momento de posicionarse en busca de los objetivos. Y el Real Betis Baloncesto , que está viviendo una temporada de lo más extraña, caracterizada siempre por el principio de incertidumbre en su día a día, es uno de esos equipos aún por definirse. Hace ya un puñado de jornadas que dejó atrás la parte baja, la pantanosa del descenso, gracias a un notable comienzo de 2024 materializado en un parcial de cuatro victorias y dos derrotas. Considerando de dónde viene y todos los avatares que ha sufrido en forma de cambios en la plantilla y derrotas, por no hablar de las turbulencias que afectan a su grupo inversor, no está nada mal. Desde que cambiara el año sólo ha caído con el Movistar Estudiantes y el Leyma Coruña , los dos favoritos al ascenso directo, y en ambos casos a domicilio. Por el camino, siempre bacheado y con alguna sorpresa desagradable a la vuelta de la esquina, ha perdido a su jugador más desequilibrante del perímetro, Frazier , que se marchó sin avisar y ha hecho el viaje de vuelta a la LEB Oro, esta vez con parada y fonda en el Ramiro de Maeztu, donde peleará con el Estudiantes por el regreso a la Liga Endesa sin tener que pasar por esa criba tan compleja del play off de ascenso. De haber ganado en La Coruña, el Betis habría llamado con mucha fuerza a esa puerta, pero no fue así, perdió y se quedó en el duodécimo puesto, a la misma distancia exactamente (dos partidos) de la novena posición que de la zona de descenso. En tierra de nadie, acudiendo al manoseado tópico. Puede que ahora, con dos turnos consecutivos en el pabellón San Pablo, le llegue el momento de definirse para saber si ha de mirar hacia arriba, hacia abajo de nuevo o simplemente concienciarse de que navegará por la zona templada de la tabla, en la equidistancia. Este domingo recibe al Fuenlabrada (12.30 horas) , con el que perdió en el último partido de 2023, y el viernes 8 jugará de nuevo en casa, en esta ocasión contra el Melilla Ciudad del Deporte, al que tumbó en la primera vuelta a domicilio en la única victoria del equipo con Javi Carrasco en el banquillo. Cálculos Los fuenlabreños llegarán exigidos ya que, con siete victorias, una por encima del descenso, son decimoquintos. En mejor situación se encuentran los chicos del sevillano Rafa Monclova . Con ocho triunfos, los mismos que el conjunto verdiblanco, el Melilla es uno de los tres perseguidores del CB Ourense, que se ha estabilizado con diez en la novena plaza, último billete para el play off . En el Betis saben que para soñar con esa novena posición (la octava ya queda a cinco triunfos), el margen de error es mínimo. Al menos, según los antecedentes estadísticos de las últimas campañas , si pueden servir como referencia. En la temporada anterior, el Alicante se coló noveno con 18 victorias, idéntico registro al logrado por el Valladolid en la 2021-22. En la 2018-19, el Palencia lo consiguió con 19 triunfos; en la 2017-18, al Valladolid le bastó con 15; y en la 2016-17, el CB Ourense lo hizo con 18. Así las cosas, si el Betis pretende continuar escalando y mantenerse al acecho de la novena plaza, tiene que acelerar en estas trece jornadas. Podría necesitar unos diez triunfos. Parecen demasiados, muchísimos en realidad, para un plantel que ha sufrido tanto como el bético y se mueve en el terreno de la incertidumbre. Sin embargo, si la cota de la ambición se baja hasta el límite raso de la permanencia, todo parece más fácil . La temporada pasada, el Cáceres (decimoquinto) se salvó de la quema con diez victorias, aunque con nueve le hubiese bastado; y la anterior, el Iraurgi necesitó trece para librarse de la quema. Así que en esa horquilla puede moverse la salvación esta campaña. Intenso marzo Más allá de los pronósticos, lo indudable es que la competición acelera en marzo. Hasta seis jornadas se disputarán. Después de los dos compromisos citados en casa, el Betis visitará al Tizona Burgos , luego al Alega Cantabria , recibirá al Rioverde Clavijo y comparecerá en el Centro de Tecnificación para medirse al HLA Alicante . En abril aumentará la dificultad. Primero visitará al Alimerka Oviedo, luego abordará un doble turno en casa con el Força Lleida y el San Pablo Burgos, a continuación viajará a San Sebastián para enfrentarse al Gipuzkoa Basket y terminará recibiendo al Valladolid. Ya sólo le quedarán dos jornadas, que afrontará en Menorca y en el pabellón San Pablo, como cierre, con el Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Si de aquí al final de la temporada sólo hubiera que hablar de baloncesto, este par de meses se presumen de lo estimulantes.