Un Período Especial que tiene más de 20 años
LA HABANA, Cuba. – No he escuchado decir a Miguel Díaz-Canel, proclamado presidente según los deseos del segundo dictador castrista, si aquel Período Especial surgido en Cuba a partir de 1990, tuvo en el 2000 recuperación paulatina, si terminó, o si continúa y se ha agudizado por estos meses del 2019.
Recordemos que se llamó así pues el país afrontó circunstancias tan difíciles que prácticamente las conquistas del socialismo se convirtieron en puros rastrojos o paja después de la mala siega; pero, sobre todo, por situaciones acumuladas y agravadas entre la década de los años setenta y noventa, cuando comenzó a desmerengarse el socialismo soviético, algo que desconocía el pueblo cubano.
Recordemos programas inversionistas fracasados, corrupción económica, pobres resultados industriales y agrícolas, una gran deuda externa y una brusca reducción de los suministros energéticos, lo que originó durante años los históricos apagones.
Entonces la dictadura cubana acudió a ciertas medidas muy parecidas al capitalismo, las mismas que hoy se convirtieron en ley después de varios años de ensayo: el trabajo por cuenta propia, los mercados agropecuarios, la propiedad privada, etc.
Una de aquellas medidas desesperadas fue la implementación del peso convertible y la instauración del dólar, puesto este en vigor el 13 de agosto de 1993, cumpleaños del Comandante Iluminado. Es el CUC una realidad que sigue golpeando al trabajador, que ni el viejo Matusalén sabe cuándo tendrá su fin, porque una política de sobrevivencia nos acompaña desde los primeros tiempos del régimen castrista, cuyo Comandante Invicto y líder omnímodo jamás dio pie con bola.
Baste saber que hoy, al cabo de sesenta años de experimento socialista, todavía Cuba sufre una crisis económica de subproducción, la desaparición de una gran parte de sus centrales azucareros y perdidos sus productos más tradicionales.
Pese a esta realidad, los economistas castristas justifican que lo ocurrido en Cuba es propio, según el marxismo-leninismo, de la transición al socialismo, período en el que se encuentra enfrascado el régimen.
Pero, y si estos economistas se equivocan, ¿qué dirán dentro de poco tiempo?
Recordemos todas las ocasiones en que el Guerrillero Nonagenario prometió y prometió: llenar la bahía de La Habana con leche, desecar la Ciénaga de Zapata para tierra productiva, los setenta millones de huevos cada mes para el pueblo, el cordón de La Habana para la producción de buen café, resuelta la crisis de la vivienda en quince años, como lo prometió el 30 de mayo de 1962, elevar el estándar de vida del cubano más alto que el de Estados Unidos y Rusia, etc., etc.
En cierta ocasión, en un discurso de los primeros años de la década del noventa, Fidel predijo lo que está pasando hoy con relación al Período Especial. Esta vez acertó. Bien que lo recordamos.
Dijo el Economista Iluminado: “Si me dijeran que el Período Especial va a durar diez años o más, o incluso toda la vida, yo respondería: ¿y qué importa?”.
¿Respondería hoy eso mismo el señor Díaz-Canel? ¿Confesará algún día que viviremos en Período Especial hasta el final del castrismo, mientras anda inútilmente de reunión en reunión para ganar una vieja batalla económica, perdida hace sesenta años?