Dinamarca da la bienvenida a Federico X tras la histórica abdicación de su madre, Margarita II
Dinamarca vive este domingo una transición en la monarquía inédita en unos 900 años. Tal como anunció por sorpresa en su discurso de Nochevieja, la reina Margarita II ha renunciado voluntariamente al trono después de 52 años, y da paso a su hijo, que reinará con el nombre de Federico X tras firmar su madre su declaración de abdicación durante un Consejo de Estado celebrado en el castillo de Christiansborg en Copenhague, sede del Parlamento.
Margarita II, que conserva el título de reina y la función de regenta interina, abandonó el castillo en coche una vez formalizada la abdicación, mientras los nuevos reyes celebraban una pequeña recepción: se sabe que entre los invitados están la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y los presidentes de los territorios autónomos de Groenlandia y las Islas Feroe.
Los nuevos reyes recorrerán en carroza el centro de Copenhague con destino a su residencia en el complejo palaciego de Amalienborg, acompañados por miles de daneses, que abarrotan las calles desde esta mañana.
Margarita, de 83 años, ascendió al trono en 1972, coincidiendo con el fallecimiento de su padre, Federico IX. La soberana consideró que era «el momento adecuado», tal como expresó de viva voz en un reciente discurso a la nación en el que reconoció que sus recientes problemas de salud le habían pasado factura, en particular una cirugía de espalda en febrero de 2023. Con el objetivo de «ceder la responsabilidad a la próxima generación», puso fecha a su abdicación este domingo, 14 de enero, coincidiendo con el aniversario del inicio de su reinado, cuando el mayor de sus dos hijos recogerá la corona a los 55 años.
Lo hace de la mano de su esposa Mary Donaldson, con quien contrajo matrimonio en el año 2004 y que ahora asume el título de reina. La pareja tiene cuatro hijos, de los cuales el mayor, el príncipe Christian, pasa a ser formalmente el heredero el trono de Dinamarca a sus 18 años a partir de este domingo.
Las leyes danesas establecen desde 2009 la igualdad de género en la sucesión a la corona, fruto de una modernización que vivió su primer gran paso en 1953, cuando se introdujo una reforma que eliminaba el requisito según el cual sólo podían reinar los descendientes varones, lo que allanó el camino precisamente a la monarca saliente.
Margarita conservará el título de reina y el de majestad, conforme a unos criterios que también se han aplicado en estos últimos años en otras monarquías europeas, como la española. La última vez que un soberano danés renunció voluntariamente al trono fue en 1146, cuando Erico III de Dinamarca, conocido como «El Cordero» abdicó para retirarse a un monasterio.
Tanto la monarquía como Margarita II y los nuevos reyes gozan de un amplio respaldo popular, con cifras superiores al 70 % para la institución y, del 80 %, para sus miembros más destacados, según los últimos sondeos
La jornada de traspaso de poderes tenía como primera gran cita la reunión del simbólico Consejo de Estado danés a las 14.00 horas, donde Margarita ha firmado su abdicación rodeada de sus principales asesores. Una hora más tarde se hará oficial la proclamación del nuevo rey, que tiene previsto salir a saludar al balcón del Palacio de Christiansborg.
A las 17.00, los estandartes reales serán trasladados desde el palacio donde vive la actual reina hasta la residencia de los nuevos monarcas, el Palacio de Federico VIII, como consta en la agenda oficial difundida por la Casa Real y que no prevé grandes ceremonias al margen. Ya al día siguiente, el lunes, el Parlamento acogerá una celebración de la sucesión con presencia de la familia real y en la que pronunciará un discurso la primera ministra, Mette Frederiksen, como símbolo del aval de los legisladores al nuevo rey. El martes, tendrá lugar una ceremonia religiosa en la catedral de Aarhus.
Margarita II tuvo una simbólica despedida de la ciudadanía el 4 de enero, cuando recorrió por última vez en carruaje y sobre las calles nevadas de Copenhague el trayecto desde el Palacio de Amalienborg, residencia oficial, hasta el Palacio de Christiansborg, sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y escenario de una tradicional recepción de principios de año a la que acuden unos mil invitados. En enero de 2025, será Federico X quien realice este simbólico recorrido. La reina saliente también celebró esta semana su última recepción oficial, después de acumular en torno a un millar en su más de medio siglo en el trono.