El Real Betis ha anunciado que Isco tendrá que volver a operarse de su lesión en el tobillo después de comprobar que su evolución no está siendo la correcta. El malagueño quería estar de nuevo con el equipo para el inicio de esta campaña pero tras integrarse en Marbella se comprobó que su recorrido no estaba siendo el adecuado y al persistir las molestias en la zona afectada se ha reevaluado la situación con los doctores, además de hacer consultas con especialistas externos, y la decisión final ha sido pasar por el quirófano de nuevo. Esta circunstancia provocará que Isco tenga que estar varios meses más de baja y se especula con que el malagueño no volverá a los terrenos de juego hasta al menos 2025 , con lo que supone una baja muy sensible para los verdiblancos. En la posición de Isco el club traspasó a Fekir en la semana final del mercado de fichajes y cuenta con Lo Celso , llegado a última hora desde el Tottenham, y con Rodri y Fornals , que han ocupado ese puesto en estas semanas. La circunstancia de la lesión de Isco obliga a dejarle fuera de la lista de la Conference League , para la cual el cuerpo técnico bético tendrá que realizar dos descartes más. El parte médico es el siguiente: «Tras las pruebas de control realizadas a Isco Alarcón estos días, se ha detectado una falta de consolidación en el callo de fractura y la formación de puentes óseos sólidos». «Ante el riesgo de un déficit de consolidación completa en los próximos meses, tras valoración por parte de servicios médicos del club en conjunto con otros especialistas externos con experiencia en este tipo de procesos, se ha decidido revisar el foco de fractura quirúrgicamente para intentar revitalizar el mismo. El pronóstico queda reservado a las evolución postquirúrgica», finaliza el comunicado. Además, el doctor José Manuel Álvarez , responsable del primer equipo verdiblanco, atendió a los medios oficiales del club para señalar que «con Isco lo que ha ocurrido es que se nos ha presentado una de las complicaciones que se pueden presentar en este tipo de lesiones. Una de ellas es que no se consolide el callo del foco de la fractura y, por desgracia, es con lo que nos hemos encontrado. En las pruebas de control hemos detectado que el callo de ese foco de la fractura está inmaduro y eso nos ha puesto en alerta. Aunque en personas normales podemos esperar hasta seis meses para ver cómo evoluciona y cómo funciona, para comprobar si hay un callo de fractura sólido, en un deportista debemos apremiar un poco en este tipo de procesos. Junto con nuestro equipo de traumatología y con algún compañero externo en este tipo de procesos, hemos hecho una valoración conjunta y hemos decidido que afrontemos ese foco de fractura de forma quirúrgica de nuevo», detalla el profesional. «Entraremos en el quirófano -añade el doctor-, revisaremos el foco de fractura y si es necesario retiraremos el material para refrescar todo ese foco, valorar hacer algún injerto o aporte que nos pueda ayudar a que el callo de fractura se acelere y volver a colocar el material de osteosíntesis». «Se trata de una complicación que puede ocurrir. Ocurre en pocos casos pero con Isco nos ha pasado . Llevamos tres meses y medio y no debemos esperar a los seis meses para reevaluar porque nos podemos ver en este mismo punto y preferimos atajar el problema de manera agresiva y afrontar cuanto antes el proceso», ha explicado.
