Tal vez como una estrategia de marketing, o quizás por una gran deuda de la sociedad hacia aquellos cuerpos «reales» que han sido duramente castigados históricamente por las marcas de ropa y la publicidad, en los últimos tiempos el universo de la moda internacional ha hecho un –aún– pequeño lugar para aquellas tallas que no siempre se ven reflejadas en los escaparates del mundo. Y, puntualmente en el caso de Barcelona, año a año se multiplican los espacios que tienen a las mujeres «curvy» como protagonistas.
Por citar un ejemplo reciente, a comienzos de este mes tuvo lugar en la Ciudad Condal la gala final de Miss Pluz Size Spain, el certamen que reivindica a las mujeres con curvas reales en territorio ibérico y desafía los estándares más tradicionales de la moda. El evento, que se realizó el pasado 7 de octubre en el Auditorio de Cornellà de Llobregat, tuvo como slogan la frase «La belleza no tiene medidas». Las finalistas fueron 17 mujeres seleccionadas entre 600 participantes.
La vencedora del certamen fue la representante de la Comunidad Valenciana Laura Arribas, mientras que la primera dama de honor fue la extremeña Esther Asuar; la segunda, Jennifer Tomás de Cataluña; y la tercera, la madrileña Marina Moya. Además de la actitud sobre la pasarela, se tuvieron en cuenta otros factores como la cultura general.
Tendencia en el mundo
A nivel internacional, para muchos ojos la principal imagen de una modelo XL está representada por la modelo Ashley Graham, quien el pasado lunes se presentó en el Museo ABC de Madrid. La embajadora de la moda «curvy» en todo el mundo realizó allí el lanzamiento oficial de la nueva colección «I am what I am» –(Soy lo que soy) de la línea Violeta de la firma Mango. Según explican desde la marca, se trata de «un mensaje de empoderamiento que deja atrás estereotipos y cánones de belleza». Las tallas disponibles en Violeta se extienden desde la 42 hasta la 54.
Esta apuesta de la firma es una iniciativa en favor de la reivindicación de las figuras reales, aunque también una estrategia comercial con el objetivo de copar el mercado de las mujeres que tienen dificultades para encontrar indumentaria de su talla.
A pesar de que Graham ha logrado a lo largo de su carrera la aceptación de la prensa internacional, en los últimos meses ha sido criticada con mucha dureza por haber bajado de peso, algo que le reprocharon muchos de sus seguidores.
El escenario en Cataluña
En la moda local, en los últimos tiempos se han logrado avances en la ampliación del abanico de tallas que se ofrecen en las tiendas, pero también queda aún un largo camino por recorrer. Así lo asegura la modelo «curvy» catalana Thais Pellicer quien, en diálogo con ABC, admite que «muchas mujeres españolas todavía tienen grandes dificultades para dar con ropa de su tamaño». Ella encontró en Los Ángeles un futuro profesional de la mano de la firma Xehar Curvy, de la que es embajadora en territorio ibérico.
Una de las principales quejas de quienes tienen complicaciones para encontrar prendas de su talla en la Ciudad Condal es que, una vez que lo consiguen, «es ropa de señora, o que no está a la moda», apunta Pellicer.
Si bien aún queda mucho por hacer, es evidente que en los últimos tiempos se ha dado un paso importante en favor de una moda más inclusiva. Diana Puig, directora de Comunicación de Mango, señala a ABC que «la industria en general ha mostrado en los últimos años voluntad y compromiso en este sentido, incorporando a su oferta más tallas y dando visibilidad en sus campañas a todo el universo de modelos», a la vez que admite que todavía «hay que seguir trabajando».
Resta esperar a que las principales tiendas tomen conciencia de la importancia de este asunto y pongan a disposición de los clientes aquellas tallas que aún escasean en los escaparates.
