“Si no estaba pintando, estaba cosiendo”, reza el cartel explicativo del magnífico cuadro de la máquina Alfa que pintó la realista Isabel Quintanilla y se exhibe en la exposición retrospectiva que estos días ofrece el museo Thyssen, con gran acierto pero mucho retraso. Como ella, toda una generación de mujeres pasó la vida pegada a este instrumento como herramienta imprescindible para completar sus labores del hogar, aportar el sustento a la familia o, simplemente, como pieza icónica de su exclusiva... Читать дальше...