El guardia civil cesado por Marlaska tras vacunarse junto al Jemad tiene sólo 45 años
Uno de los motivos que justifica la vacunación de los mandos militares es la edad, pero el miembro del Instituto Armado tenía muchos años menos. El EMAD afirma que siguió el protocolo dictado por Defensa
La crisis suscitada por la vacunación en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) se ha cobrado el relevo de dos personas. La más sonada, la del Jemad, que en la mañana de este sábado presentó su dimisión: desde la institución señalan que recibió su dosis en cumplimiento del protocolo y debido a su edad (63 años). Pero también la de un teniente coronel de la Guardia Civil que ejercía de enlace y al que Fernando Grande-Marlaska destituyó tras enterarse de que también había recibido sus dosis. El miembro del Instituto Armado sólo tiene 45 años.
Los hechos se han precipitado en las últimas jornadas en las más altas esferas del Ministerio de Defensa. Como contó Vozpópuli, el departamento dirigido por Margarita Robles emitió una instrucción el pasado 13 de enero -con copia a toda la cúpula militar y al jefe de gabinete de la ministra- en la que se detallaba el protocolo a seguir para vacunar al personal de las Fuerzas Armadas.
Dicho protocolo establece que los primeros en recibir el compuesto serían los miembros de las diferentes ramas sanitarias y, después y de forma progresiva, otros estamentos castrenses. El EMAD recibió una cantidad significativa de vacunas que propició el desacompasamiento en los ritmos de vacunación: mientras una parte significativa del Estado Mayor ya ha recibido sus dosis, en el grueso de las Fuerzas Armadas aún no se ha terminado de vacunar a los sanitarios, incluidos en la primera fase.
Las fuentes de dicho órgano afirman que cumplieron con el protocolo dictado por la Subsecretaría de Estado de Defensa en común acuerdo con el Ministerio de Sanidad. Y que, tras vacunar a los pocos sanitarios de los que disponen, abrieron las puertas a otro personal.
El criterio de la edad
Respecto al Jemad, el Estado Mayor afirma que forma parte del tercer escalón del programa, donde se integra a la "cadena de mando establecida". También que el jefe de las Fuerzas Armadas y otros miembros destacados de la cúpula militar se vacunaron por motivos relacionados con su edad (casi todos ellos mayores de 60 años).
Pero el otro nombre que se ha cobrado esta polémica, un teniente coronel de la Guardia Civil que ejercía de oficial de enlace en el Estado Mayor, estaba muy lejos de esa edad. Fuentes consultadas por este diario detallan que tiene 45 años y que llevaba poco tiempo cumpliendo con dicho cometido, fundamental para coordinar las actividades del Instituto Armado en misiones internacionales.
Su cargo era de libre designación. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le cesó el viernes de su puesto tras enterarse de que se había vacunado.
Ese mismo día, el Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general de brigada José Manuel Santiago Marín, envió un correo a todos sus mandos en el que les señalaba que ningún miembro del Instituto Armado debía vacunarse todavía, ni siquiera aceptando "ofrecimientos de buena fe" en situaciones de dosis sobrantes "asignadas inicialmente a otros colectivos".