Galicia ya tiene, a todos los efectos, Presupuestos para 2021. Este mediodía ha quedado aprobada en el Pleno del Parlamento la ley que da cobertura a las cuentas del Covid, únicamente con el respaldo del PP, que se ha valido de su mayoría absoluta para sortear el rechazo de los grupos de izquierda. BNG y PSOE apenas se han abstenido en un puñado de puntos al votarse las partidas para entidades públicas e instrumentales. Tanto en el resto como en el articulado han optado por el «no». A su vez, el Grupo Popular ha rechazado todas las enmiendas de la oposición.
Con 11.563 millones de euros, la mayor dotación de la historia, al incorporarse los fondos europeos para hacer frente a la pandemia, socialistas y nacionalistas han esgrimido como principal argumento para dar la espalda a los Orzamentos que consideran que nacen desfasados. Con un culpable: el Covid, concretamente la tercera ola, que con cifras récord, que superan a las de la primera, conducen a atemperar las previsiones más optimistas.
Gonzalo Caballero ha apuntado que la Xunta «tenía una visión que cambió de forma sustancial»; «aspiraban a salvar la Navidad» y aguardaban que la Semana Santa hiciera repuntar el turismo, pero «esa visión (...) se vino abajo», de tal forma que los Orzamentos «son un papel superado». En la misma línea, para Ana Pontón los Presupuestos del 21 resultaban «obsoletos antes de ser aprobados», con el proyecto «estrella», el Xacobeo, abocado a reformularse, por lo que «tienen que ser reorientados». Es lo «sensato», ha esgrimido, llegando a asegurar que aún era «posible hacerlo, y si tenemos que retrasar una o dos horas la votación, hagámoslo».
El portavoz popular, Pedro Puy, ha rebatido esta veta argumental asegurando que los gallegos pueden estar tranquilos porque «claro» que los Presupuestos de 2021 «no son papel mojado». Puy ha reivindicado que las cuentas se diseñaron «sabiendo que iba a haber más olas de coronavirus», de ahí, sin ir más lejos, un fondo Covid de 500 millones. Con retranca, ha recordado las predicciones de Caballero de cara a las elecciones autonómicas y las declaraciones de Pedro Sánchez, cuando afirmó que «el virus estaba derrotado». Ante la expectativa de nuevas oleadas, esta contingencia se incluyó en los Orzamentos, ha defendido Puy. De paso, ha rechazado que Pontón aprovechara para arremeter con que «sabían que venía una tercera ola» pero la Xunta actuó con «irresponsabilidad», aguardando 25 días para adoptar medidas en lugar de anticiparse. Puy ha replicado que son los expertos los que han venido advirtiendo de que se sucederían repuntes hasta que se extienda la inmunización.
El PP también ha desechado la clásica acusación de que el grupo mayoritario ha aplicado el «rodillo» para sacar adelante las cuentas sin voluntad de consenso. Puy ha defendido que «hubo y hay voluntad de diálogo», pero que BNG y PSOE presentaron enmiendas que, o bien eran imposibles legalmente de aplicar, o contravienen la dirección que ha de seguir la recuperación ante la pandemia de Covid, por lo que no eran «aceptables».
Tanto Pontón como Caballero no han aguardado a que comparezca Feijóo este miércoles para dar cuenta de la respuesta a la crisis sanitaria y socioeconómica, y han derivado el debate a atacar la gestión de la Xunta, especialmente al calor de las nuevas restricciones: tildando de insuficientes las ayudas a los sectores más afectados y demandando que se lancen nuevos rescates.
