Julio González, bajo un prisma distinto
El IVAM nos tiene acostumbrados a una programación que conecta al público con los creadores actuales desde la contemporaneidad. Su colección, aunque contenga mucho arte actual, viene marcada por sus bases como centro de arte moderno. Desde ese prisma, la obra de Julio González (Barcelona, 1876-París, 1942) es reseñable en su tiempo y conecta con otros creadores de su época como Picasso, Juan Gris y un universo que tiene que ver con la renovación de los lenguajes artísticos y la experimentación con los materiales más puros. Noticias Relacionadas estandar Si ARTE La vanguardia a través del Grupo Zero Marisol Salanova estandar Si DISEÑO Jaime Hayon, proyección infinita Marisol Salanova «El público va a comprender con esta exposición la relación del artista con su obra, que hasta la fecha se había contado por las vanguardias de la época de forma errónea», explica su comisario, Juan José Lahuerta . Hasta ahora, el orden cronológico se imponía en la distribución de las piezas del artista, que tiene una sala con muestra permanente en el centro. Una de las características distintivas de la lectura que se hace estos días con este proyecto es reflejar una visión continua del trabajo sin ese orden rígido. Ofreciendo cierta visión más orgánica e intuitiva para recorrer temas que dilucidan su obra en diferentes etapas. Se trata de un montaje que exhibe con solemnidad los clásicos temas de González, a saber: el desnudo femenino, el beso y la maternidad. Desarrollados en todos sus aspectos, la guinda del pastel es la escultura 'Monserrat' del Pabellón de la República de España en 1937, una figura representativa que se erige como emblema de la exposición, titulada 'Ser artista'. Someter los materiales. En las imágenes, algunas de las piezas contenidas en la exposición de Julio González en el IVAM, como la 'Cabeza de Montserrat' (sobre estas líneas) Asegura la directora del IVAM, Nuria Enguita, que la cita tiene potencial para convertirse en un hito en la historiografía y la fortuna crítica de Julio González, ya que revisa su vida y obra desde premisas no contempladas con anterioridad y, sobre todo, permite disfrutar del trabajo de González «más allá de mitos y tópicos, en toda su plenitud compleja y en sus contextos cambiantes». Paleta y pincel La primera sala es una presentación del artista a través de sus autorretratos asociados al oficio, donde la paleta y el pincel son recurrentes. Así apreciamos las primeras obras más académicas y después avanzamos en su contexto, con las piezas de orfebrería que siempre entendió como un deber que le alejaba de la esencia más creativa, pese a que retrospectivamente su valor haya quedado claro. Sus innovaciones se centraron en la escultura, con inclinación por el Cubismo, y en su mayoría reverencian a la figura humana, aunque con frecuencia son aparentemente abstractas. Desde que se fundara el centro que alberga hoy su colección más extensa, el IVAM le ha reservado un espacio específico, el Centro Julio González, una sala repleta a partir de la donación de obras efectuada por las herederas del artista, Carmen Martínez y Viviane Grimminger. Julio González 'Ser artista'. IVAM. Valencia. C/ Guillén de Castro, 118. Comisario: Juan José Lahuerta. Https://ivam.es/es/. Hasta el 15 de octubre de 2023 Un total de 250 piezas componen esta gran exposición, que relata la lucha del escultor y pintor enfrentado a su doble destino: su origen en un taller como artesano, en la metalistería paterna, un oficio que González define como «la tiranía del hierro» y contra el que se rebela; y su voluntad de ser artista, fruto de la idealización de la figura del creador. Así, diferentes técnicas y un mismo estilo cautivan al espectador desconocedor de un vanguardista que jamás pasará al olvido.