El bot se activa al abrir el chat: «Me has iniciado». Con un par de clics más, comparte su función. «Queremos recoger tus denuncias para defender la ciudad de Madrid. Es totalmente anónimo. Solo tienes que contarnos el caso, adjuntar una imagen y ubicación. Tus denuncias serán estudiadas por el equipo de Marta Higueras para dar traslado al ayuntamiento». La concejal del Grupo Mixto —que este verano decidió andar sola y separarse de sus compañeros carmenistas, con quienes se independizó del Más Madrid de Rita Maestre en abril de 2021— recibió la primera queja contra una terraza en octubre y el 14 de ese mes interpuso personalmente una denuncia. Desde entonces ha presentado otro medio centenar de escritos ante el consistorio; ninguno ha obtenido respuesta. Ese primer caso recogido por el bot @defiendetuciudadbot a través de Telegram es El Cisne Azul, una taberna que presume de setas en la calle de Gravina y que, tras 40 años de trayectoria, abrió un segundo local en el número 27. Esa terraza, bajo un toldo azul intenso, incumple los artículos 8.1. a) y 7. k) de la ordenanza al contar con mesas adosadas a la fachada y no respetar la separación mínima de 0,50 metros con el alcorque frente al local. Marta Higueras registró la denuncia electrónicamente ante la Junta Municipal de Distrito de Centro el 14 de octubre a las 20.56 horas. El 7 de noviembre hizo una petición de información, una potestad que tienen los concejales, para pedir una copia del expediente abierto de El Cisne Azul. «Hicimos una petición de información para ver si habían tramitado algo y tampoco nos han contestado, por lo que además están vulnerando el artículo 18 del Reglamento Orgánico del Pleno del Ayuntamiento de Madrid que obliga a responder a fin de llevar a cabo las labores de control y fiscalización de los órganos de gobierno», señalan fuentes del equipo de Higueras. Además de las cincuenta denuncias que sucedieron a la de El Cisne Azul, la edil guarda otras 68 en el buzón que pretende enviar estos días. Una situación que Higueras expondrá este viernes ante la máxima responsable de las terrazas y de su nueva ordenanza , la vicealcaldesa Begoña Villacís, en la comisión del ramo. Un texto criticado Las terrazas son uno de los temas candentes de la capital, sobre todo, después de la pandemia que permitió su proliferación. Villacís se erigió en su defensora: abrió la mano, concedió ampliaciones y las llamadas «terrazas Covid» que salen al asfalto y ocupan las bandas de aparcamiento. Superada la crisis sanitaria, la tensión entre hosteleros y vecinos creció y la necesidad de actualizar la normativa llevó a la vicealcaldesa a diseñar un nuevo texto que sustituyese al de 2013. La Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Hostelería y Restauración ha entrado en vigor el 1 de febrero de este año, entre numerosas críticas e infracciones que todavía no se han resuelto. UN PUÑADO DE ARTÍCULOS INCUMPLIDOS Estos son algunos ejemplos de infracciones: ocupar el pavimento pododáctil (segunda imagen) y no respetar las distancias mínimas entre la terraza y otros elementos como los alcorques o bordillos ABC El grueso de las terrazas ilegales se concentra en el distrito Centro, según el centenar de denuncias recogidas por el bot de Marta Higueras. Otras pocas, en Retiro, en el bulevar de la calle de Ibiza y sus alrededores, un foco de ocio y molestias. Los principales incumplimientos consisten en adosar las mesas a la fachada (como El Cisne Azul y la gran mayoría de locales denunciados), invadir el pavimento pododáctil (por ejemplo, el restaurante Abbasid, en la calle de Gravina), apilar las mesas y sillas sobre la acera o atadas a árboles durante las noches y obviar la distancia de al menos 2,5 metros entre terraza y fachada para permitir el paso de los peatones. «Hay algunas más con falta de la documentación expuesta (aforo, licencia, etcétera), terrazas sin licencia, mayor ocupación de la concedida, invasión de la entrada de edificio colindante y algunas otras», precisan desde el equipo de Higueras. Y las hay que incumplen un buen puñado de artículos de la ordenanza, como la cervecería Santa Bárbara, tanto la de la plaza homónima como en la calle Orellana. Esta última encadena las mesas y sillas a una farola; ambas se saltan todas las distancias mínimas fijadas en la normativa. Nada de 1,50 metros respecto a una zona infantil, ni 2,50 metros de anchura entre terraza y fachada, ni 0,5 metros con los alcorques o el bordillo, ni 1,50 metros hasta los bolardos. Peticiones ciudadanas Los madrileños pueden utilizar el canal de atención ciudadana del ayuntamiento, el famoso teléfono 010, para señalar a los infractores. Sin embargo, sus denuncias no son tramitadas como tal, porque el servicio de Línea Madrid solo recoge peticiones, incidencias, sugerencias, felicitaciones y reclamaciones. Marta Higueras ha lanzado el bot precisamente para solventar este hueco burocrático. Si el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida sigue sin responder, la concejal acudirá a los tribunales. MÁS INFORMACIÓN noticia No Los bares de Ibiza tendrán hasta 2024 para quitar los veladores cerrados que no cumplen con la ordenanza La ordenanza y las terrazas siguen en el punto de mira. Los vecinos criticaron desde el principio lo que consideraron una normativa más laxa, que fue aprobada a principios de año en el pleno del palacio de Cibeles con los votos a favor del PP, Ciudadanos y los tres carmenistas del Grupo Mixto, entre ellos, Marta Higueras. En los primeros 140 días de su entrada en vigor, los servicios municipales impusieron 300 multas y retiraron 126 veladores , la mayoría en el distrito de Salamanca (54), pero también en Centro (34) y Chamberí (25). El problema, meses después, es que aún no se cumplen las nuevas reglas del juego.
