Sánchez y los Leopard, siete meses de opacidad y contradicciones
El envío de carros de combate a Ucrania ha vuelto a poner de manifiesto que España está muy lejos de desarrollar una política exterior a la altura de lo que le corresponde como cuarta potencia de la Zona Euro. Aunque el acuerdo de gobierno firmado entre Unidas Podemos y el PSOE le atribuye a éste las decisiones en materia de defensa y diplomacia, Pedro Sánchez ha antepuesto sus intereses partidistas a la política de Estado, primando que los Leopard no abrieran una nueva brecha con sus socios de coalición. Y desde que hace siete meses se abrió el debate sobre el envío de carros de combate a Kiev, el Gobierno ha protagonizado un festival de opacidad y contradicciones constantes, que le han mantenido fuera del núcleo duro de la toma de decisiones. «Acabamos de conocer la decisión que ha tomado el Gobierno alemán de enviar tanques Leopard a Ucrania», señaló el jefe del Ejecutivo el martes pasado en el Congreso . Eran más allá de las ocho de la noche. Hacía más de una hora que la Agencia Efe había dado la noticia, citando a periódicos alemanes. Dio la sensación de que Sánchez se había enterado al mismo tiempo que el resto de los españoles de que Berlín decidía enviar y autorizar a terceros países la entrega de carros de combate germanos. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra , le preguntó. «¿Usted está dispuesto a hacerlo?». Sánchez no respondió, y desde el Ejecutivo no se atinó a decir nada más allá de que la ministra de Defensa, Margarita Robles , llamaría al día siguiente a sus homólogos para que la respuesta fuera coordinada. El viernes anterior los ministros de Defensa de la OTAN habían acudido a la reunión de alto nivel del Grupo de Contacto para Ucrania en la base de Ramstein , con el objetivo de intentar desencallar el envío de los Leopard. Robles no asistió aludiendo que España no estaba en condiciones de enviar carros de combate (pronto se vería desautorizada) y de que las decisiones políticas se tomarían «en febrero». En lugar de la socialista asistieron dos altos cargos de su departamento. Noticia Relacionada estandar No Ayuda a Kiev: de las mascarillas al envío de carros Leopard Esteban Villarejo Fue Borrell quien alertó al Gobierno de que el apoyo de España a Ucrania era el penúltimo de los países europeos España no ha tenido voz propia en este gran debate, y esto volvió a quedar de manifiesto al día siguiente, cuando los mandatarios de Estados Unidos, Joe Biden ; Alemania, Olaf Scholz :, Francia, Emmanuel Macron ; Italia, Giorgia Meloni ; e Inglaterra, Rishi Sunak , organizaron una conferencia telefónica conjunta para hablar sobre Ucrania y el envío de los carros. Nadie pensó que Sánchez debiera participar, ni siquiera como convidado de piedra. No fue una charla baladí puesto que al finalizar, Estados Unidos anunció el envío de 31 carros a Kiev. Sunak y Macron ya lo habían hecho a principios de mes. Meloni , por su parte, ha prorrogado la ayuda militar a Ucrania que aprobó Mario Draghi para 2022. Esta cuestión genera tensiones en su coalición ultraderechista con Matteo Salvini y Silvio Berlusconi , de pasado prorruso y presente ambiguo. La conclusión es que para cuando España anunció el miércoles que enviaría Leopard a Ucrania, el resto de países dispuesto a hacerlo ya lo estaba negociando. El lunes de esa misma semana se había celebrado en Bruselas un Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea donde se debatió sobre la guerra de Ucrania, se trató la entrega de carros de combate y se acordó que los países interesados mantuvieran contactos de forma bilateral. El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius , fue animando a sus socios a que ofrecieran formación a las fuerzas ucranianas en el manejo de los Leopard. España, de nuevo, al margen. Robles debe explicaciones al Congreso por los tanques desde agosto y Sánchez no irá a rendir cuentas por el envío Nuestro país ha sido la única gran potencia de la Eurozona que ha dejado su posición en manos de lo que decidieran los demás. Y lo ha hecho en la que ha sido la decisión más importante de Occidente en las últimas semanas sobre Ucrania. El Gobierno ha llegado a este punto, como se mencionaba al inicio, después de intensas contradicciones en sus posicionamientos. La propia decisión de enviar los carros de combate del miércoles se produjo tan solo una semana después de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares , asegurara en el Foro de Davos que esta cuestión no estaba «sobre la mesa». Al día siguiente en el mismo foro desde el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel , al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg , pidieron el envío de carros alemanes. Desde el final de la primavera, los países europeos con Leopard y cercanía a la frontera rusa como Polonia, Finlandia, República Checa o Lituania presionaban a Alemania para que autorizara el envío de los carros. Un tiempo en el que España se dedicó a mutar una y otra vez. Primero prometió el envío de 40 Leopard al Gobierno de Zelenski , luego rebajó la cifra a diez, después descartó cualquier envío por el estado «lamentable» y no reparable de estos carros, para terminar diciendo ahora que unos cuantos están en situación «aceptable» y pueden ser enviados a Kiev. Y todo este vodevil sin decir una palabra al Congreso , al que Sánchez tampoco piensa explicar la decisión de enviar los Leopard. De nuevo, primando el interés partidista. En este caso, no ofrecer un enfrentamiento televisado con Podemos y sus aliados independentistas, aunque ello suponga un nuevo recorte en la ya escasa transparencia que practica este gobierno. Scholz , también socialista, así debe entenderlo porque rindió cuentas ante el Bundestag al día siguiente de anunciar que enviaría Leopard a Ucrania. La opacidad del Gobierno sobre esta cuestión se remonta a los inicios del debate. Margarita Robles debe explicaciones al Parlamento por el estado «lamentable» de los Leopard desde agosto, cuando el PP le pidió que diera explicaciones ante la Comisión de Defensa . Según la web del Congreso, la iniciativa se encuentra a la espera de que la socialista busque fecha. A la vista de que al Ejecutivo parece darle alergia hablar de los Leopard al Parlamento , la oposición ha intentando obtener información mediante preguntas escritas, pero sin éxito. El Gobierno se limita a contestar una y otra vez con evasivas. No obstante, la mayor de todas las contradicciones es aumentar la ayuda militar a Volodímir Zelenski al mismo tiempo que se compra más gas que nunca a Vladímir Putin . España lo hizo el año pasado al aumentar sus importaciones de este hidrocarburo ruso en un 45 por ciento. Y Sánchez tampoco ha dado explicaciones.