Caminata afgana: el método de ejercitación que combina la respiración con los pasos que das y que puede ayudarte a bajar de peso
El ejercicio ayuda a controlar el peso, fortalecer los huesos y músculos, y disminuir el riesgo de padecer diversas enfermedades. También tiene un impacto positivo en el estado de ánimo.
De todas las opciones de ejercicio disponibles, caminar es una de las actividades más beneficiosas y de bajo riesgo para la salud. Es algo que cualquiera puede hacer, sin importar la edad.
Ahora bien, si buscás una forma de caminar que no solo te mantenga en forma, sino que también te permita relajarte y reducir el estrés, entonces la caminata afgana podría ser la solución ideal para vos.
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Actividad física: ¿qué es la camina afgana?
Esta técnica, desarrollada por el reconocido científico argentino, el Dr. Juan Pérez, no solo te ayuda a evitar el cansancio, sino que también maximiza los beneficios con un esfuerzo mínimo.
La caminata afgana, inspirada en los nómadas afganos que pueden recorrer largas distancias sin un gran esfuerzo físico, se ha convertido en una técnica de senderismo muy popular.
La caminata afgana es una técnica que combina el movimiento con la respiración nasal. (Foto: archivo)
Su secreto radica en sincronizar los pasos con la respiración, enfatizando la importancia de la respiración nasal para mantener un ritmo constante. Aunque suena sencillo, dominar esta técnica requiere práctica y dedicación.
Uno de los desafíos principales de la marcha afgana es respirar exclusivamente por la nariz, algo esencial para filtrar partículas dañinas y mantener un equilibrio adecuado de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.
Esta técnica puede aplicarse en cualquier caminata relativamente larga. Ya sea durante sesiones de senderismo o incluso en el trayecto al trabajo, con recomendaciones de practicarla al menos tres veces por semana para obtener beneficios óptimos para la salud.
La caminata afgana aumenta el suministro de oxígeno a las células, mejorando la resistencia tanto física como mental. También optimiza la función del corazón, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorando la circulación de la sangre.
La caminata afgana puede ser realizada por personas de todas las edades y niveles de condición física. (Foto: archivo)
Además, fortalece los huesos sin causar dolor ni daño en las articulaciones, lo que la convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan mejorar su salud general. Y optimiza la función de los pulmones.
Al permitir caminar durante períodos más prolongados sin fatigarse, la caminata afgana también contribuye a un mayor gasto calórico, lo que puede ser beneficioso para aquellos que buscan perder peso.
Pero más allá de sus beneficios físicos, esta técnica también promueve la relajación y el bienestar mental. Esto es porque requiere una concentración consciente en cada paso y en la respiración, actuando como una forma de meditación activa que puede mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés.
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¿Cómo practicar la práctica afgana?
La clave para practicar la caminata afgana radica en sincronizar tus pasos con la respiración, siempre respirando por la nariz. Acá te presentamos la pauta básica que podés seguir durante tu caminata:
- Tomá aire mientras das tres pasos.
- Aguantá la respiración en el cuarto paso.
- Exhalá el aire en los siguientes tres pasos.
- Volvé a aguantar la respiración en el último paso.
Es importante que los pasos sean cortos y suaves, adaptando tu respiración a cada uno de ellos. Cuando camines cuesta arriba, en lugar de pausar la respiración, intentá tomar aire durante dos pasos y exhalar durante los siguientes dos.
Siguiendo estos pasos básicos, podrás disfrutar de los beneficios de la caminata afgana mientras te desplazás por diferentes terrenos, ya sea en la ciudad o en entornos naturales.