Manual Adorni rechazó visión del Estado de Lacalle Pou: Cómo es el “Estado ausente” de Milei
Manuel Adorni, vocero del presidente argentino, el ultraderechista Javier Milei, reveló en una entrevista exclusiva con el diario El País detalles reveladores sobre la invitación pendiente de Milei para visitar Uruguay y su concepción de Estado, política internacional y reformas en Argentina.
Según Adorni, la cercanía geográfica entre Argentina y Uruguay facilita el encuentro entre Milei y Lacalle Pou, pero aún no ha sucedido debido a cuestiones de agenda. Milei ha priorizado otros intereses globales, como su abrazo incuestionable e inamovible a Israel, o sus ya varias visitas a Estados Unidos, para coquetear con inversiones (que aún no se vislumbran en el horizonte) y para visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido por sus seguidores como Chabad-Lubavitch.
Adorni mencionó que ambos mandatarios se vieron en una cena previa en la Fundación Libertad, aunque el encuentro formal no se ha concretado aún.
En cuanto al discurso de Lacalle Pou sobre un Estado fuerte que proteja a los más débiles, Adorni destacó la postura de Milei a favor de un Estado que no complique la vida de la gente y que promueva la igualdad de oportunidades reales y el esfuerzo individual.
Lacalle Pou es abiertamente liberal, por su ideario y por autodeterminación, pero, aún así, tiene abismales diferencias con Milei y otros mandatarios de corte ultraderechista “Bueno, es la posición de Lacalle Pou. Y está muy bien que así sea. Nosotros creemos en un Estado al revés. Que sea un Estado que no le complique la vida a la gente. Y creemos en la igualdad de oportunidades reales. En la igualdad ante la ley. Y en el esfuerzo y el sacrificio. Y ahí el Estado no tiene mucho que hacer”, dijo Adorni.
“El presidente Milei tiene Uruguay apenas a 20 minutos de distancia en helicóptero. Hay una invitación del presidente Lacalle Pou, ¿por qué no ha cruzado aún el Río de la Plata?”, preguntó El País.
Adorni respondió enfatizando que “por cuestiones de agenda. Nada más. De hecho, días atrás, en una cena en la Fundación Libertad, se vieron, se saludaron, estuvieron charlando ahí dos segundos. Hay cosas que no se dan porque no se dan, en algún momento se darán.”
Sobre la participación de Milei en cumbres internacionales, Adorni indicó que Argentina promoverá la libertad comercial dentro del Mercosur y se alineará con aquellos países que compartan esta visión.
“Nosotros tenemos una idea clara de lo que queremos en términos de comercio internacional, que es la libertad comercial absoluta. Dentro del Mercosur, nosotros lo que vamos a hacer es siempre promover eso. Todo lo que pueda sugerir trabas o complicaciones o burocracias, nosotros no vamos a estar de acuerdo. Por lo tanto, si el Mercosur puede ir en línea con nuestras ideas, bienvenido sea,” enfatizó Adorni.
Respecto a las críticas recibidas por Milei, especialmente tras un enfrentamiento con Cristina Kirchner, Adorni subrayó la postura del gobierno de respetar la independencia judicial y su enfoque en cambios profundos para dinamizar la economía y reducir la intervención estatal.
“Entendemos que Cristina fue parte de estas décadas de decadencia argentina. Y efectivamente entendemos que el discurso que tiene atrasa, porque es un discurso carente de conocimientos técnicos y que enaltece cuestiones que han destruido al país, como el déficit fiscal,” declaró Adorni.
Finalmente, Adorni abordó la viralización de un comentario informal sobre Milei como “pobre jamoncito”, explicando que fue un momento distendido y que no generó conflictos internos.
La voz de Milei cada mañana ante la prensa
Adorni, conocido por su estilo ácido y anti-kirchnerista en redes sociales, se convirtió en el rostro y la voz del gobierno de Milei. En sus encuentros con la prensa, destaca la importancia de la libertad económica, la seguridad y la cultura como ejes de acción del gobierno.
A pesar de los desafíos y las críticas, Adorni se muestra confiado en el rumbo que está tomando Argentina bajo el liderazgo de Milei, destacando la necesidad de cambios profundos para impulsar el desarrollo del país.
En abril pasado, Adorni fue criticado porque se le ascendió a rango de Secretario de Estado, equivalente a un ministro, con lo cual subió automáticamente su salario. De acuerdo a la escala salarial vigente, el salario de un secretario del Estado rondaba los 3,2 millones de pesos. Con el ajuste inflacionario, el sueldo de Adorni rondaría los 4 millones de pesos argentinos, unos 4 mil dólares, más o menos, dependiendo del tipo de cambio que se tome como referencia.
En enero, el apellido Adorni también estuvo en medio de la polémica, ya que se contrató a su hermano, Francisco, como asesor del Ministerio de Defensa, dirigido por Luis Petri: no tiene experiencia para el cargo en que se le colocó ni preparación previa, y aún así, empezó a cobrar 2.623.650 pesos, unos 2.600 dólares por mes.
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El anarcocapitalismo: un Estado totalmente ausente que predica “la libertad total”
En la visión anarcocapitalista, la idea de un Estado ausente se presenta como un paradigma donde la libertad individual y la ausencia de intervención estatal son pilares fundamentales. Este enfoque propone una sociedad organizada de manera descentralizada, donde las interacciones entre individuos y empresas se rigen por la libre competencia y la propiedad privada.
En un Estado totalmente libertario, según la visión anarcocapitalista, las funciones tradicionales del gobierno, como la regulación económica, la seguridad y la justicia, son asumidas por actores privados y el mercado mismo.
La premisa subyacente es que la competencia y la libertad de elección son los mejores mecanismos para garantizar la eficiencia y la satisfacción de las necesidades individuales y colectivas.
En este contexto, la propiedad privada se considera un derecho fundamental, ya que permite a los individuos gestionar sus recursos de manera autónoma y tomar decisiones sobre su propio destino económico. La ausencia de un Estado que imponga restricciones o regulaciones excesivas se percibe como la clave para fomentar la innovación, la creatividad y el progreso económico.
Sin embargo, la visión anarcocapitalista también enfrenta críticas y desafíos importantes. Entre ellos, se destaca la preocupación por la concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos, la posibilidad de que surjan monopolios o abusos de poder sin una regulación efectiva, y la cuestión de cómo garantizar la justicia y la seguridad en un entorno sin un sistema legal centralizado.