«¡Silencio, por favor!», clama uno de los miembros del equipo de producción de «MasterChef». Una fría mañana de febrero, la sexta edición del programa recibe a ABC en la grabación de una de sus pruebas de exteriores en un conocido centro comercial del madrileño Paseo de la Castellana y que esta noche (22.10) llega a La 1 de Televisión Española.
MasterChef
Es el quinto programa de la nueva temporada de «MasterChef», el último con Eva González como presentadora antes de su baja de maternidad y que se despide del equipo. «Por favor, sacad todos los platos a tiempo», les pide a los concursantes, que le despiden con una cariñosa ovación entre la tensión que se vive en la explanada sobre la que van a cocinar. El cielo, copado de nubes, contrasta con la ilusión de los aspirantes, que reciben las últimas instrucciones de Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz, los jueces, antes de cocinar para 150 personas, todas ellas iconos del mundo de la moda. Ante ellos, se amontonan decenas de ojos de curiosos, que con sus teléfonos móviles inmortalizan que, por casualidad, han topado con el lugar donde se graba «MasterChef». «¡Por favor, échense a un lado, que están entrando en el plano!», les piden desde la organización.
Nueve cámaras y un amplio despliegue de operarios, entre sonidistas, realizadores, personal de grabación, encargados de material, departamento de comunicación, seguridad y 'staff' técnico trabajan a toda marcha para que todo salga a la perfección en el exterior del centro comercial. «En plató, llegamos a ser 200 personas las que hacemos “MasterChef”», cuentan desde el programa, en el que los tres miembros del jurado decidirán qué concursante abandona el concurso. Antes de ello, deberán enfrentarse a «una prueba muy complicada», como la califica Jordi Cruz: cocinar un menú del cátering de Samantha Vallejo-Nágera.
«Hacemos ocho tapas distintas. 1200 raciones en total, porque cocinamos para 150 personas. Y todo ello en un tiempo muy limitado, por lo que tendrán que estar altamente concentrados y darlo todo. Porque si no, no les sale ni a tiros», asegura Cruz. Punto de vista que comparten Pepe Rodríguez y la propia Samantha. «Es un reto, porque cocinar fuera de plató siempre es un problema», opina Rodríguez, que considera que «la presión» de los concursantes por tener que recrear un menú de una miembro del jurado jugará en su favor. «Siempre intentan dar el máximo y hacerlo lo mejor posible. Pero cuando saben que son nuestros platos y estamos nosotros detrás, dan el 100%. Luego lo que salga es otra cosa, pero yo creo que lo harán bien», recalca.
Un «orgullo», pero mucha presión
Para Vallejo-Nágera, por su parte, es un «orgullo» que los concursantes tengan que recrear un menú suyo. «Estoy encantada y ellos están muy ilusionados. Además hoy es un día especial, porque es el último de Eva. Estoy segura de que lo van a hacer fenomenal», opina. Sin embargo, avisa de que los aspirantes no deben confiarse. «No es la primera vez que alguien viene a hacer un menú, lo hacen mal los concursantes y queda mal el chef. No me gustaría que pasara eso, porque vamos a cocinar para 150 personas influyentes del mundo de la moda en España, que son mis clientes potenciales. Así que espero que lo borden», agrega. Entre los comensales, destacan la presentadora Arancha del Sol, la modelo Estefanía Luyk y María Escoté, diseñadora y jueza de «Maestros de la costura», programa hermano de «MasterChef».
Con esta sexta temporada de su edición normal, las cuatro que van de «MasterChef Junior» y las dos –con la tercera en plena producción– de «MasterChef Celebrity», son trece las entregas del concurso culinario que TVE y Shine Iberia han llevado a cabo desde el estreno de la primera en abril de 2013. «Si hace cinco años me llegan a decir que haríamos tantas ediciones... Pero al final, es un programa muy familiar, que va dirigido a un perfil muy amplio y por eso tiene tanto éxito. Seis ediciones son muchas, pero mira “Cuéntame” (renovada por una 20ª temporada) o el “Un, dos, tres”. Imagina que duramos eso. ¡Imposible, porque Pepe morirá antes!», bromea Cruz.
Rodríguez también se muestra encantado con el éxito del formato. «Cuando empecé en esto, no sabía dónde me estaba metiendo. Nunca he sido de ver mucho la tele y no pensaba en audiencias. Si veía algo, era porque me gustaba. A nosotros nos han arropado, llevado y ayudado mucho. Y ahora “MasterChef” es un gran programa de televisión», asegura.
Son muchas las sorpresas que se han encontrado los tres miembros del jurado durante todas las ediciones de «MasterChef». «Sería imposible quedarme con un momento», expresa Cruz a ABC. A Rodríguez, por su parte, le sorprende la manera de trabajar de los concursantes, tanto niños como famosos y los aspirantes de la edición estándar. «Es fascinante ver cómo se dejan la vida y cómo se lo curran». Algo que también gusta mucho a Vallejo-Nágera, aunque especialmente en los del «Celebrity». «Me gusta ver cómo los famosos se lo toman tan en serio y vienen a ganar».
Los horarios, el mayor hándicap
Como la mayoría del público, los jueces también condenan los horarios en los que finaliza el programa. «Estaría bien que el programa se emitiera antes para que así la gente no tuviera que madrugar con sueño, pero no depende de nosotros», explica Cruz. «No sé por qué los programas acaban tan tarde, pero hay un 'prime-time' que alguien estipuló en su momento y que lo mueve todo. A veces pienso que TVE no debería mirar las audiencias, porque es una cadena pública que pagamos entre todos. Pero al final, todos estamos sometidos a ello», considera al respecto Rodríguez. De un modo u otro, lo que está claro es que las cocinas más famosas de la televisión volverán a encenderse esta noche.
