Polvo veraniego: Maladeta 12-06-2019 (11 respuestas)
Madrugada del Martes, 11 de Junio. Un Whatsapp. "Maladeta Miércoles? Salimos martes por la tarde, dormir en la Besurta y arriba". Consulto el tiempo. Nieve Martes, sol y frío Miércoles. Tenemos un invitado australiano que se nos juntó haciendo couchsurfing que no sabe esquiar ni ha subido nunca más arriba de 2228 metros, pico más alto de Australia. Además, arrastro una sobrecarga en el cuádriceps de la semana anterior, y en teoría tengo trabajo que hacer. Pero qué más da. Es el día perfecto.
Durante el Martes seguimos EMAs, webcams y radar. Parece nevar mucho más por el pirineo Oriental que por el central... Mejor Arcalís? Una consulta de la última captura de webcam nos hace decidir que no, que aunque caiga más no hay casi nieve y no va a ser lo mismo. Así pues, Maladeta.
Ahora bien... ¿5 en un coche sin portaesquís? Dos snowboard (una split), dos pares de esquís, tiendas, sacos, botas... y un trineo. Nos preparamos para el viaje más apretado de nuestras vidas. La hora a la que habíamos quedado en La Pobla de Segur pasa, y las compañeras que venían desde Cerdanyola y Navarcles siguen ahí... ¿Qué pasa? Otro mensaje: hemos puesto unas vacas de otro coche! Quedamos a las diez. El plan era llegar a la Besurta entre 10 y 11, pues entre una cosa y otra, incluido un error de navegación (Resulta que Benabarre no es Benasque:lol2::lol2:) llegamos a la Besurta a la una de la madrugada. Ya en el coche habíamos dicho medio en broma que para dormir tres horas mejor empezar a andar sin dormir. Y nada... dicho y hecho.
Nos lo tomamos con calma mientras vemos como la Luna se va escondiendo... Desayunamos (?) y salimos a las 2. Con calma, vamos subiendo. En la primera media hora ya noto que la pierna me va a joder la subida, pero sé que va a valer la pena. Llegamos a la Renclusa con nieve reciente por todos lados, unos 5 cm que, encima de la nieve vieja, es polvo. Oscuridad absoluta pues nos hemos quedado sin luna. Nadie conoce exactamente el camino, que por otro lado es una mezcla entre ruta de verano e invierno por la nieve que hace poco que no es contínua. Nos perdemos un poco, pero sabemos que si tiramos para arriba al final llegaremos.
Llegamos a una pala con nieve polvo espectacular, por la que subimos recto arriba.Vamos ganando metros, llegamos a 2600 y el cielo empieza a clarear. Se nota no haber dormido y algunos subimos cansados, pero el objetivo ya se ve y esto nos empuja a seguir. Ponemos pieles a 2800, pues ya no hay tanta pendiente y se puede subir sin demasiadas zetas, y es que dos integrantes tienen que hacer toda la subida con crampones/raquetas.
Nos atrevemos a sacar las primeras fotos, a ver si los teléfonos son capaces de ver algo...
Vamos subiendo, pero el sol nos avanza. Llega el momento más deseado, la salida del astro rey...
Con el Sol a tocar empezamos a preocuparnos por la calidad de la nieve... y es que en Junio con lo que aprieta el sol nunca se sabe. No obstante, aprovechamos los primeros rayos para recargar las pilas, comer un poco y sacar alguna foto:
Mirada atrás...
Y seguimos. El sol va subiendo, ya casi las siete de la mañana. Por delante solo el glaciar, la Rimaya y la sencilla cresta final...
Quitamos pieles para preparar el ataque final a la cima. Algunos comen, a mí no me entraba nada, tenía prisas para subir y bajar pues con el sol calentando (bajaríamos como pronto a las 8 y pico) me empieza a preocupar el desencadenamiento de alguna placa.
La subida más dura de lo que me esperaba. Nieve dura/hielo debajo de la capa de nieve reciente. Los surferos van con sus crampones y bien. Mi hermano solo con los esquís y las botas abre traza sin problema. El australiano no tiene ni botas de esquí ni crampones, y los dos piolets que le dejamos no le bastan para llegar arriba; se cansa demasiado y se deja caer por la parte menos expuesta como un niño en un parque de atracciones.
Llegamos arriba y nos saluda un viento infernal. Dejamos los esquís como podemos arriba de la canal y subimos el último tramo. Cansados, sin haber comido ni dormido, tres de los cuatro que hacemos cima llegamos con mal de altura leve. Aunque hace mucho frío en la cima, las vistas lo compensan:
Bajamos a ponernos los esquís y el agotamiento desaparece... preparados para lo bueno:
La nieve, polvo suelto, desaparece con una facilidad pasmosa de allá donde se pase. Bajo cuarto, ya más por nieve dura que por el ansiado polvo, pero sin haber tenido energías para abrir traza en toda la subida es mi merecido castigo. Sé que en los 800 metros de bajada que nos quedan no voy a tener problemas de competencia: hemos llegado primeros a la cima.
Nos entretenemos a los pies de la canal; dejamos los piolets a un hombre que se los ha dejado, vemos como baja un hombre haciendo tan sólo un par de curvas por la zona más expuesta y más propensa a desencadenar placas, para después pasar recto a menos de un metro de un compañero que subía, y todo esto con el culo en las colas. El hombre había subido en menos de tres horas, pero esa irresponsabilidad a la hora de bajar me hizo perder la admiración que le tenía en ese momento.
Y nada, a bajar que se nos hace tarde (serán las nueve y media...) y la nieve estará transformando abajo...
A disfrutar del polvo veraniego!!
El compañero australiano, con su trineo:
Bajada más lenta de lo normal, pues aparentemente un trineo no es un método de bajada eficaz con 15 cm de nieve polvo. ¡Quién lo iba a decir! Cargamos esquís a las 10.45 a 2300. Error, pues se puede llegar casi a la Renclusa descalzando solo un par de veces. Perdemos tiempo pero ya da igual. Descansito en la Renclusa, llegando otros que han hecho cima y sí han bajado esquiando sin esperar a trineos... Vuelta al párquing sobre la 1 de la tarde... Comida y siesta, pues nos queda una larga vuelta...
Ahora sí que sí, ¡hasta la temporada que viene!
