El Ejército de Nicaragua detuvo el martes a cuatro supuestos miembros de la organización terrorista Estado Islámico de Irak y Levante (ISIS) que presuntamente pretendían atravesar México para adentrarse en Estados Unidos de manera irregular. México y los países centroamericanos estaban prevenidos sobre el posible paso de miembros de ISIS por su territorio, después de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos hubiera emitido una alerta en la que avisaba de la existencia de un pequeño grupo de presuntos terroristas se dirigía hacia le norte.
«El Ejército de Nicaragua entregó a la Policía Nacional, a estos cuatro sujetos para realizar las diligencias de investigación policial correspondientes, a tal efecto fueron trasladados a la Dirección de Auxilio Judicial Nacional», dijo la policía en un comunicado de prensa. Dicho comunicado aseguraba que estas cuatro personas —dos egipcios y dos iraquíes— habían ingresado en Nicaragua al atravesar la frontera con Costa Rica de manera irregular, por lo que las autoridades planean deportarlos y entregarlos a las autoridades costarricenses.
El grupo está integrado por los egipcios Mahmoud Samy Eissa, de 26 años, y Mohamed Ibrahim, de 33; además de los iraquíes Ahmed Ghanim Mohamed Al Jubury, de 41, y Mustafa Ali Mohamed Yaoob, de 29. Habían sido capturados alrededor en el sur de Nicaragua cerca de la frontera con Costa Rica.
La detención de los presuntos terroristas se produce en un momento en el que Washington ha exigido a México que mejore su política migratoria para mejorar la seguridad nacional de Estados Unidos. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado en numerosas ocasiones que por la porosa frontera de casi 3.200 kilómetros que comparten México y Estados Unidos habitualmente se cuelan terroristas, además de miles de inmigrantes irregulares, armas y drogas.
Por ello, México ha puesto una marcha un plan para dificultar el tránsito de personas indocumentadas que cruzan su territorio hacia la primera potencia, un endurecimiento de su política migratoria que se produce para evitar que Estados Unidos imponga aranceles sobre todos los productos importados desde el país mesoamericano. Así, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha desplegado a 15.000 soldados y policías a su frontera con Estados Unidos, además de enviar otros 6.000 elementos de su Guardia Nacional a patrullar 11 municipios limítrofes con Guatemala.
