* Buenos deseos
Más allá de los buenos deseos de sus simpatizantes y de las buenas intenciones de sus jugadores y dirigentes, no hay, de momento al menos, los elementos de juicio necesarios para augurar que Atlas y Guadalajara vayan a tener motivos para lanzar cohetes este fin de semana…
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Sin necesidad de tener a la mano la esfera de cristal de Merlín, se había anticipado que los rojinegros tendrían, a partir de la jornada anterior, una seguidilla de cinco partidos en los que difícilmente conseguirían ganancias. Ya perdieron el primero -ante el Cruz Azul, en casa, la semana pasada-; hoy visitan al Pachuca, que la semana pasada obtuvo apenas, como visitante del Puebla, su primera victoria de la campaña, tras un arranque incierto; a continuación, los rivales serán “Tigres”, América y Guadalajara.
Cualquiera diría que el calendario del Atlas, en ese ciclo, fue diseñado cuidadosamente por sus peores enemigos.
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Las “Chivas” juegan en casa. Sus victorias sobre “Tigres” (2-0) y San Luis (3-0) en calidad de locales, invitarían a asignarles el rol de favoritos. Inquieta, empero, el golpe de autoridad que dio el Necaxa -su adversario de mañana- al quitar lo invicto al Santos Laguna, con un elocuente 3-0..., amén de que Maximiliano Sosa, con dos goles en ese partido y cuatro en lo que va del certamen -los mismos que Pulido, Lozano y Gignac-, ha dado señales de estar “enchufado”, como dicen los jóvenes de ahora.
En todo caso, como el Guadalajara es una incógnita, su partido de mañana puede ayudar a aclarar sus perspectivas, después que en la jornada anterior se alternaron los elogios por la reacción que le permitió levantarse de un 4-1 adverso para ponerse a un gol del empate ante el León, con las críticas porque hubo lapsos en que daba la sensación de que el episodio concluiría con una derrota escandalosa.
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Todo eso, en lo que se ve en qué términos empiezan a escribir los nuevos capítulos de su historia personal, Guillermo Ochoa con el América -si se confirma su debut, hoy, ante los “Tigres” tras el dramático desenlace de la Semifinal de la “Leagues Cup” el martes en Houston-, e Hirving Lozano en uno de los equipos de prosapia en el futbol italiano -el Napoli cuyos tifosos aún suspiran por Maradona, tres décadas después-, tras aprobar el noviciado europeo con el PSV Eindhoven.