La desaceleración en la que estamos actualmente inmersos se tiende a minimizar desde el Gobierno y se achaca a factores puramente externos. Pero esto es sólo parte de la verdad. Porque llevamos 4 o 5 años sin una sola reforma mínimamente significativa, sin hacer nada para eliminar el déficit estructural y con un volumen de deuda pública en torno al 100% del PIB. Así que el detonante viene de fuera pero su efecto no sólo no lo amortiguamos, sino que, más bien, tiende a agravarse con nuestros propios errores. En lo que tienen responsabilidad tanto el Gobierno anterior como el actual.
¿Vamos a una recesión inminente? No debería ocurrir, aunque algunos intenten asustar con ello. La economía mundial está sometida...
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