Aumentan bolardos dañados en Medrano

Afirman que al menos la mitad de los que colocó la autoridad ya registra afectaciones; las varillas de los que fueron arrancados por los vehículos son peligrosas para peatones

A más de medio año de que los comerciantes de la zona de Medrano denunciaron que el Ayuntamiento de Guadalajara les instaló bolardos que, más que proteger a los peatones, les causan accidentes, las autoridades municipales siguen sin sustituir el mobiliario, cuyo número de piezas dañadas ahora es mayor.

“Del total de los que pusieron ya queda como la mitad. Algunos comerciantes han puesto sus propios bolardos con material más resistente porque los que pusieron están rellenos de hielo seco”, recordó Ramón Bonales, uno de los locatarios.

Desde Edison hasta Francisco Márquez hay 110 estructuras dañadas por los vehículos. La mayoría fue arrancada. Las varillas que quedan en el suelo son peligrosas para los caminantes.

El problema que se manifestó desde el principio fue que, al haber sido instalados a ras de las esquinas, quedó menos margen para que los conductores viren. Al no verlos (miden 40 centímetros), es fácil que los choquen y los desprendan.

El director de Proyectos del Espacio Público del Ayuntamiento tapatío, Carlos Hernández, admitió que las especificaciones de estos postes no fueron las más adecuadas. Afirmó que el proyecto se aplicó en la pasada administración.

“Estamos tratando de resolver el tema junto con ellos, ya se les hizo la propuesta y estamos quitando los ‘cubitos’ de concreto que realmente no solucionaron el problema”.

Aseguró que ya se cuenta con un proyecto conceptual para el corredor de Medrano con el que se dará mayor seguridad a los peatones y se mejorará la imagen de la zona, a fin de que sea más amable para los compradores.

“Estamos planteando quitar los bolardos, reforzar el tema del cruce seguro. En vez de bolardos, estamos colocando unas jardineras con placas metálicas”.

También se ampliará el radio de giro para los automóviles en las esquinas más estrechas, pues encontraron que algunas se redujeron de más, lo que contribuyó a que los coches chocaran con las estructuras.