Cierran zona arqueológica de Monte Albán por balaceras
Trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cerraron el acceso a la zona arqueológica de Monte Albán, en Oaxaca, por balaceras entre comuneros en las inmediaciones, en las que murió una persona y tres más resultaron heridas.
Alrededor de las 9:00 horas, un grupo de comuneros se presentó en inmediaciones de la zona arqueológica, ubicada en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, para desalojar a un grupo de invasores que se asentaron en tres predios.
Tras la llegada de los comuneros a los parajes de Lomas de Quió, El Coquito y Los Mangales se reportaron balaceras en la zona, por lo que se desplegó un operativo para evitar nuevos enfrentamientos o incursiones violentas, informó el secretario de Seguridad Pública, Ernesto Salcedo.
Hasta el momento, autoridades reportan una persona muerta y tres más heridas, mientras los comuneros derribaron y quemaron algunas casas que fueron instaladas por los invasores.
Además, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia instaló una malla ciclónica para delimitar la zona.
Nos coordinamos con la @FISCALIA_GobOax para atender los reportes de alteración del orden público y violencia, en inmediaciones de los parajes Lomas de Quio, El Coquito y Los Mangales, de Santa Cruz #Xoxocotlán. #Oaxaca @alejandromurat @GobOax @Policia_GobOax @SIDISSP_GobOax pic.twitter.com/wHSzUcrqNk
— Sría. Seg. Púb. Oax. (@SSP_GobOax) November 19, 2019
Acusan violaciones de derechos humanos
El grupo de paracaidistas, que se dicen ejidatarios del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, acusaron que el delegado del INAH, Ilan Vit Suzan, y el subdelegado Silvano Reyes Medina violentaron sus derechos humanos.
Exigieron que se les permita el uso de los terrenos porque dijeron ser legítimos propietarios y denunciaron que durante el desalojo de los predios, fueron golpeados por un grupo de choque que les robó pertenencias y objetos de valor.
Explicaron que la disputa es por la posesión de 3 mil hectáreas, sobre las que alrededor de 300 familias de tres colonias han ubicado sus viviendas.
“Nosotros compramos nuestros terrenos en buena fe, no somos responsable que por la corrupción que impera en las instituciones se haya permitido la venta de terrenos en una zona prohibida, como ahora argumenta el INAH”, señaló uno de los desalojados.
Tras el desalojo, el grupo de invasores cerró vialidades e irrumpió en las oficinas del INAH, donde retienen a trabajadores, para exigir que se respeten sus derechos.
RLO