Puede que «La isla de las tentaciones» haya sido la revelación de la televisión española este 2020, pero –como ya repasamos– es un formato que en España ya fue emitido en Antena 3 hace casi 20 años con el título de «Confianza ciega». También en Estados Unidos, tras más de 15 años fuera de antena, se recuperó en 2019 el programa bajo el mismo nombre de la adaptación española, «Temptation Island».
Pero si ha habido un país en el que ha causado furor este género –parejas que van a un lugar paradisíaco poblado de solteros–, ese ha sido Chile, por cuya televisión han desfilado formatos como «Amor a prueba», «¿Volverías con tu ex?» y «Doble tentación», donde participaron sospechosos habituales de los programas de telerrealidad españoles como
Oriana Marzoli, Tony Spina y Abraham García.
Fue «Amor a prueba», estrenado en diciembre de 2014, el que puso la pica en Mega, canal de televisión privado que se emite en abierto –como Antena 3 y Telecinco– desde la década de los noventa. A diferencia de los siguientes «realities», «Amor a prueba» sí era la adaptación chilena del original y holandés «Confianza ciega».
Aún así, esta traducción subtitulada como «Los jotes andan rondando» introdujo varias novedades entre sus concursantes con respecto a su estado sentimental (parejas, exparejas y solteros), su notoriedad (famosos y anónimos) e incluso su permanencia (expulsiones, inmunidad y favoritos) mediante pruebas físicas y la intervención de la audiencia.
En cierto modo, nuestra «Isla de las tentaciones» también ha combinado famoseo –Susana y Gonzalo de «Gran Hermano»– con otro perfil desconocido como el de Fani y Cristofer. La versión chilena, disponible en YouTube, se emitió como tira diaria por la noche y superó el centenar de entregas, de alrededor una hora de duración cada una.
La cuota «española» la aportaron la venezolana Oriana Marzoli y el italiano Tony Spina –emparejados en «Mujeres y hombres y viceversa»–, que protagonizaron alguno de los momentos más polémicos de la edición; Oriana se peleó durante una prueba con una de sus compañeras, Pilar Ruiz, que había tenido más que palabras –un pico– con Spina. La futura concursante de «Supervivientes» le dedicó, entre lágrimas, originales insultos a su competidora («¡Fea!», ¡«bicho»!, «¡ogro»!), deseó la muerte de ambos
e incluso él tuvo que retener a su novia para que no se acercara a la otra joven.
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Pero la trayectoria de Oriana por la televisión chilena no paró en «Amor a prueba» –donde abandonó tras romper con Spina para luego regresar y vengarse–, sino que también se apuntó a a sus continuaciones: «¿Volverías con tu ex?» (2016) y «Doble tentación» (2017).
En «¿Volverías con tu ex?», donde se reencontraban 12 exparejas para que estas se dieran una segunda oportunidad o pasaran página, repitieron Marzoli y Spina. Fue durante el ecuador del concurso cuando ella fue expulsada por aparentemente agredir a Gala, una de sus compañeras. Su expulsión dividió a la casa entre aquellos que aplaudieron la decisión del programa y aquellos que no la entendían.
Tras una mañanera y acalorada discusión, en la que la venezolana la insultó y amenazó con una plancha del pelo, Oriana volvió a arremeter contra su competidora, a la que salpicó con agua y pasta de dientes. En ambas ocasiones hubo contacto físico y tuvo que intervenir un trabajador del programa para evitar males mayores. Pero, por avatares del destino (guion), Oriana regresó al formato y lo ganó junto a su nuevo romance,
Luis Mateucci, el motivo del previo enfrentamiento entre ambas mujeres.
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Tras su victoria, la nueva pareja participó en «Doble tentación»,
criticado por su violencia y racismo. Allí la venezolana volvió a protagonizar tensos enfrentamientos con los concursantes e incluso con su propia pareja.
En aquella ocasión, hasta la acusaron de racista por los insultos que había vertido sobre una compañera negra,
Dominique Lattimore, que decidió después demandarla.
Pero nuevamente fueron los celos de la venezolana –se descubrió que su novio había contactado con otra concursante antes del programa–,
los que desencadenaron en fuertes discusiones entre la pareja. El programa decidió expulsarla (por la mecánica del concurso, él se vio arrastrado) después de encadenar violentas situaciones como
golpear una puerta con un taburete.
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