Los italianos tendrán que pasar la Pascua de Resurrección confinados en sus casas. El primer ministro Italiano, Giuseppe Conte, firmó anoche el decreto que prorroga, al menos hasta el 13 de abril, las medidas restrictivas, con la paralización de todas las actividades productivas no esenciales. Los datos generales indican que la epidemia se está conteniendo, pero es obligada la cautela. «El mensaje que debemos dar es que el régimen actual continúa. No podemos bajar la guardia, porque nuestros esfuerzos se esfumarían», dijo Conte en rueda de prensa nocturna, asegurando también que «hay tímidas señales» de mejoría.
Se juega mucho con la psicología, algo elemental en toda emergencia. Al respecto hay un ejemplo emblemático: el martes por la noche el ministerio del Interior hizo pública una nueva circular sobre el aislamiento domiciliario. Se permitía que el padre o la madre puedieran llevar a su hijo a dar un pequeño paseo en las proximidades de la casa para respirar un poco de aire fresco. El ministerio del Interior aclaraba que se trata de una actividad motora y no de deporte. Se admitía también hacer jogging. Igualmente se daba vía libre a algunos movimientos para ancianos y discapacitados, con paseos en la proximidad de su domicilio si van acompañados por una persona que se ocupa de asistirlos.
Protestas regionales
De inmediato surgió una fuerte protesta en algunas regiones y ciudades. Concretamente, los presidentes de Lombardía y Piamonte, en el norte de Italia, y Campania en el sur, advirtieron que impondrían sus propias ordenanzas. El asesor de Asuntos Sociales de Lombardía explicó el desacuerdo con el ministerio de Interior: «La nueva circular puede crear un efecto psicológico devastador, haciendo inútiles los esfuerzos que hasta hora hemos realizado». Más duro aún fue el presidente de la Campania, Vincenzo De Luca: «El mensaje del ministerio del Interior es gravísimo», dijo De Luca advirtiendo que en su región seguían prohibidas las salidas de un genitor para acompañar un hijo a la calle.
Igualmente intransigente se mostró el presidente Cirio de Piamonte: «Aquí se mantiene la línea del rigor; para vencer la batalla contra el coronavirus es necesario permanecer en casa». Ante la firme protesta de algunas autoridades regionales, el primer ministro Conte tuvo que aclarar anoche que en el decreto que acababa de firmar no existe la hora libre para los niños. Giuseppe Conte hizo una precisión sobre este polémico punto: «No hemos autorizado la hora del paseo con los niños. Solo hemos dicho que cuando un genitor va a hacer la compra se le puede consentir también que le acompañe un hijo. Pero no debe ser la ocasión para dar un paseo y lograr saltarse las medidas restrictivas».
Fase 2
Este caso, aparentemente nimio, es ilustrativo de la complejidad que tendrá el proceso de relajación de las medidas restrictivas, que el comité científico que asesora al Gobierno tiene ya en estudio. Se hará de forma escalonada, permitiendo que vuelvan a operar determinadas fábricas para que poco a poco se recupere la actividad. Pero también sobre este aspecto, Giuseppe Conte explicó anoche: «Cuando haya una caída de los contagios podremos empezar a pensar en la relajación de las medidas, pero no estamos en condiciones de decir cuándo. Nos dirán los expertos la fecha para entrar en la fase dos, y después en la fase tres, la de la reconstrucción y relanzamiento de la vida social y económica». No está dicho, precisó también Conte, que la fase dos se inicie el 14 de abril.
En definitiva, todo dependerá de la evolución de los números sobre la epidemia. Por ahora, se ralentiza el incremento de los muertos: 727 en un solo día, siendo 13.155 los fallecidos desde el inicio de la epidemia, el 21 de febrero, según los datos ofrecidos por Protección Civil en la tarde del miércoles. Los contagiados en total son 110.574, con un aumento de 4.782 con relación al día anterior. Las personas curadas son 16.847 (+1.118 en un día).
