Con el Congreso cerrado, salvo alguna excepción puntual como la Comisión de Sanidad de hoy o el último Pleno para convalidar decretos y prorrogar el
estado de alarma
, el Partido Popular sigue acumulando iniciativas relacionadas con la crisis del coronavirus. El problema es que no tiene manera de debatirlas ni votarlas. Y tampoco puede ejercer su labor de oposición parlamentaria, porque el PSOE y sus socios han decidido que, muy a pesar de la Constitución, si hay estado de alarma, no hay control al Gobierno.
Los populares anuncian iniciativas nuevas prácticamente todos los días. Ya han llegado a las 635, de las cuales 17 son peticiones de comparecencia. El pasado 11 de marzo solicitaron un Pleno para que Sánchez explicara su gestión frente al coronavirus. Tres días antes de que se decretara el estado de alarma. La petición registrada se almacenó en una carpeta, junto a la que ya arrastraba el presidente del Gobierno por el Consejo Europeo de febrero. Los populares han vuelto a pedir su comparecencia para que explique los últimos decretos económicos, y también para que rinda cuentas sobre los tres consejos europeos extraordinarios de marzo. Tampoco han tenido suerte. El día 5 del mes pasado, los populares pidieron a la vicepresidenta Carmen Calvo que compareciera para explicar las actuaciones de la Comisión interministerial sobre el Covid-19. Los diputados siguen esperando.
Pablo Casado ha instado a Sánchez a comparecer todas las semanas en el Pleno mientras dure esta crisis, y ha propuesto la creación de una Comisión de seguimiento del coronavirus, que sea transversal y puedan debatirse ahí todas las iniciativas. El PP solo ha recibido largas sobre esta propuesta. El Congreso y el Senado tienen una actividad bajo mínimos, la mayoría de los días ni eso, aunque la Constitución deja claro que el funcionamiento de las Cámaras «no podrá interrumpirse durante la vigencia» del estado de alarma.
En la ejecutiva del PP ven un «déficit democrático» en este apagón parlamentario. «Nunca ha habido en democracia un Gobierno con tanto poder y tan poco control. Tenemos un presidente del Gobierno que solo responde preguntas enlatadas, a medida, por el secretario de Estado de Comunicación, y eso ni es democrático, ni es control, ni es lo que quieren los ciudadanos en nuestro país», denunciaron ayer fuentes populares.
Desde Génova se recuerda que tanto en el Congreso como en el Senado han exigido control al Gobierno y una batería de comparecencias y han presentado cientos de iniciativas. «El Gobierno no quiere preguntas ni control incómodo que ponga de manifiesto sus errores en el fondo y en la forma», apuntan fuentes de la dirección nacional del PP, que denuncian un incumplimiento «claro» de la Constitución.
Iniciativas sobre el 8-M
En total, el Grupo Popular ha registrado 635 iniciativas parlamentarias en el Congreso. La mayoría (520) son preguntas escritas al Gobierno. La ampliación de los plazos impuesta por el PSOE y sus aliados dejará casi todas las preguntas sin respuesta hasta después de la crisis y el estado de alarma. Hay unas 180 iniciativas de sanidad y otras 50 de economía. Además hay una veintena específica sobre el 8-M.
El PP registró 47 peticiones de informe, que sigue esperando. También se incluyen 45 proposiciones no de ley y dos proposiciones de ley, con las medidas que están proponiendo para combatir el virus desde el frente sanitario, pero también desde el económico, incluidas las del plan de choque que Pablo Casado planteó el día 9.
