Un centenar de profesionales, entre médicos y enfermeras, bomberos, policías y personal de la Unidad Militar de Emergencias, llevan cinco días visitando una por una las residencias de mayores de Madrid. Forman parte del plan de choque que puso en marcha la presidenta Díaz Ayuso el pasado viernes, y que está elaborando un mapa de la situación de estos centros, señalando aquellos en que hace falta una intervención urgente. La Comunidad ya ha actuado en 38, de los cerca de 500 que existen en Madrid.
Cerca de un centenar de residencias han recibido ya la visita de los equipos de desinfección, en un intento por acabar con los focos de contagio en que se han convertido algunas de ellas. Se han repartido en los centros 18.500 mascarillas, 153.000 pares de guantes, 5.100 gafas y 6.000 gorros, entre otro material de protección.
El plan de choque tiene varios pasos, el primero de los cuales es conocer el estado real de las residencias. Para ello, equipos ligeros giran una primera visita de inspección a cada una de estas instalaciones, comprobando su estado y la urgencia de intervenir en las mismas.
Esa primera inspección física realiza un diagnóstico de situación, Está previsto en el plan que la autoridad sanitaria, mando único en estas materias ahora en las residencias, pueda reagrupar a los residentes que estén contagiados o que presenten síntomas, de diferentes centros, tanto públicos como privados.
Médicos de Primaria
De esas 38 residencias ya revisadas, 31 lo fueron en las últimas 72 horas. Veinte de ellas estaban en municipios de la región. En cuanto a las que se han desinfectado, 45 estaban en la ciudad de Madrid y las otras 52 estaban fuera de la capital. Además de los colectivos citados, también colaboran voluntarios de Protección Civil y de Cruz Roja Española.
La actuación sanitaria la llevan a cabo médicos y enfermeras de Atención Primaria, en coordinación con los geriatras de los hospitales que tienen enlace con las residencias.
Los equipos ligeros hacen el diagnóstico; los médicos separan a los residentes contagiados
A la hora de actuar sobre las residencias, el «modus operandi» es el siguiente: se cuenta con tres tipos de equipos de intervención. Los primeros en actuar son los 40 equipos ligeros, que están formados por dos personas: bien dos bomberos de la Comunidad, o un bombero y un agente municipal de los cuerpos del Ayuntamiento de Madrid -estos dos suman en total 30 equipos-, o dos miembros de la UME -estos aportan 10 equipos-. Su misión es tener el primer contacto presencial en las residencias que previamente les han señalado desde la consejería de Políticas Sociales. Una vez allí, analizan la situación del centro, identifican qué necesidades tienen y detectan las urgencias que presentan.
En estos días se han repartido en las residencias mascarillas, guantes, gafas y gorros
El segundo tipo de equipos lo forman cinco profesionales, entre ellos un sanitario, un agente de Servicios Sociales, un bombero, una persona de Protección Civil o Cruz Roja, un policía municipal y un efectivo del UME. En este caso, su tarea es realizar una valoración sanitaria, y separan por zonas a los pacientes: los contagiados en un lado, y los no contagiados en otro, para evitar la expansión de la enfermedad.Estos grupos entregan al centro material de protección para los trabajadores y los residentes, y organizan la desinfección de las instalaciones.
Por último, el tercer equipo que actúa es el del parque de Bomberos de Las Rozas, que se ha especializado, junto a los servicios funerarios, en recoger y trasladar a instalaciones adecuadas a los pacientes fallecidos. El consejero de Justicia, Enrique López, explica que están zonificando para «establecer prioridades para actuar».
