Rivera deja el bufete Martínez-Echevarría entre acusaciones de "bajo rendimiento"
Albert Rivera negocia su salida del despacho de abogados Martínez-Echevarría después de dos años al frente del mismo, según informan a Vozpópuli fuentes del entorno del exlíder de Ciudadanos. Tanto Rivera (presidente ejecutivo) como el ex secretario general del partido naranja, José Manuel Villegas, (vicepresidente ejecutivo) abandonarán el bufete y ya lo han comunicado a la propiedad. Martínez-Echevarría, por su parte, asegura a este diario que se ha enterado de la renuncia por la prensa, en lo que parece un divorcio de todo menos amistoso.
Rivera y Villegas están negociando los términos de la ruptura con Martínez Echevarría, tal y como ha adelantado El Confidencial y ha confirmado este diario. Los dos estaban vinculados a la empresa por un contrato de cinco años. Estas fuentes aseguran a Vozpópuli que el exdirigente naranja no tiene intención de regresar a la política. Y que tanto él como Villegas seguirán trabajando en el ámbito privado. "Tienen algo en mente, pero todavía se está madurando", dicen estas fuentes.
Por su parte, fuentes del despacho han explicado a Vozpópuli que la firma se ha enterado "por la prensa" de la ruptura. Y aseguran que la decisión de abandonar la compañía responde "a los requerimientos reiterados por el bajo rendimiento de su trabajo" que desde el despacho se han hecho tanto a Rivera como a Villegas.
Contratos del PP con Rivera
Rivera se incorporó a Martínez-Echevarría tras dejar la política. El fichaje se hizo público en marzo del 2020. El despacho incorporó el apellido del exdirigente catalán para denominarse Martínez-Echeverría & Rivera Abogados. Rivera entró al Consejo de Administración como presidente ejecutivo para España y Portugal. Villegas fue nombrado vicepresidente. La firma anunció entonces un nuevo proyecto de crecimiento y expansión.
Sin embargo, este salto a la empresa privada nunca apagó del todo los rumores sobre un regreso a la política de Rivera. Unos rumores que, por un lado, alentó él mismo en las redes sociales con críticas al Gobierno de Pedro Sánchez. Y, por otro, alimentó Génova, que vinculaba al exlíder naranja con el PP por su descontento con la gestión de Inés Arrimadas al frente de Ciudadanos.
De hecho, el PP contrató al despacho Martínez-Echevarría para recurrir al Tribunal Constitucional (TC) la nueva ley educativa del Gobierno, conocida como ley Celáa. Los populares también recurrieron al despacho de Rivera para llevar al TC a ley catalana de alquileres.
Génova dejó caer durante meses que Rivera participaría en la convención que organizó Pablo Casado en octubre del año pasado en Valencia. Pero fuentes de su entorno negaron categóricamente su vinculación con cualquier partido político. Y Rivera no apareció en la convención.
La dimisión de Rivera
Rivera dejó la presidencia de Ciudadanos y anunció su abandono de la política tras la debacle electoral de Ciudadanos en las repetición electoral del 10 de noviembre del 2019. El partido naranja pasó de 57 escaños en abril a diez el 10-N. Rivera fue severamente castigado en las urnas por su renuncia a dialogar con Sánchez. Rivera fue presidente de Ciudadanos entre 2006 y 2019. Y lideró el expansión nacional del partido, que nació en Cataluña fundado por un grupo de intelectuales como respuesta a las políticas nacionalistas.
Durante su mandato, Ciudadanos llegó a ser la tercera fuerza política en el Congreso, ganó las elecciones autonómicas catalanas de diciembre del 2017, logró representación todos los parlamentos autonómicos y Ayuntamientos de grandes ciudades y pactó gobiernos de coalición con el PP en Andalucía, Madrid, Murcia o Castilla y León. El único que queda en pie es el gobierno andaluz.
Poco después de la dimisión, anunció su incorporación a este despacho de abogados. Además, Rivera dirige un curso de posgrado sobre liderazgo en el Instituto Cardenal Cisneros, en el que participan exdirigentes políticos como Eduardo Madina, Nicolás Redondo, Alberto Ruiz-Gallardón o Borja Sémper.