Charlotte Gainsbourg tiene 50 años, pero de espaldas parece una cría. La hija de Jane Birkin y Serge Gainsbourg –dos mitos, uno todavía viviente– estrena este viernes en los cines la película que le ha dedicado a su madre y un poco a sí misma, que estará disponible en Filmin a partir del 6 de mayo. ‘Jane por Charlotte’ es una búsqueda mutua con una cámara de por medio, un filtro o intermediario con el que se ha atrevido a plantearle todas las preguntas que no le hizo en medio siglo.
La actriz y cantante, ahora también directora, va sin maquillar, con vaqueros y una camiseta blanca. Los genes de artista están ahí; se remontan a su abuela. También los de una delgadez acusada. El encuentro es fugaz, justo antes de la presentación de su película en Madrid. Ella lo compensa con simpatía profesional y una actitud abierta. Bilingüe de fábrica, escucha las preguntas en inglés pero se siente más cómoda respondiendo en francés.
P - En la película le dice a su madre: «Mi idea es mirarte como nunca lo he hecho o como nunca me he atrevido. Quiero explicarte». Eso es muy bonito y fuera de lo normal.
Sí, en realidad quería una excusa para acercarme a ella. Reconozco que nunca me había atrevido realmente a mirarla, por pudor, por respeto, porque tenemos una relación particular en ese sentido. Nunca he forzado nada. Ahora sí tenía ganas de forzarlo, a través de una cámara.
A esto se refería Charlotte Gainsbourg. Jane Birkin en 'La piscina' (1969) -
P - Ustedes también dicen que son «muy pudorosas la una con la otra». ¿Estuvo preocupada por el juicio de su madre alguna vez?
Su punto de vista siempre ha contado mucho para mí, que valide lo que hago. Pero después, no deja de ser una madre, es un público agradecido. Le gusta bastante lo que hago. Lo normal. Así son las madres.
P - Ella sí afirma que desde muy pronto se sentía intimidada por usted. Eso me sorprende.
A mí también. Es un poco lo que yo le echaba en cara, en realidad. Me encontraba con que no teníamos una relación suficientemente cómplice, suficientemente íntima. Y yo encontraba eso un poco raro. Me parecía que con mi hermana Kate (muerta en 2013) era totalmente efusiva. Era la hija mayor, la primera, había peleas brutales entre ellas, complicadas, pero por lo menos había una vinculación fuerte. Y mi hermana pequeña (Lou Doillon) era como si fuera hija única. También eran muy cómplices, aunque de otra manera. Iban juntas a todas partes, vivieron juntas. Yo seguía buscándome, quería que me dijera cuál era mi sitio.
Jane Birkin, en 'Jane por Charlotte - Nolita Cinema - Deadly Valentine
P - ¿Cuándo fue consciente de ser una niña distinta dentro del mundo y también dentro de su familia, de ser alguien especial?
R - No creo que sea especial.
P - En la película se ve que al menos dentro de su familia sí era especial.
Yo creo que todos lo somos. Mi madre siempre ha tenido muchísima equidad. Cada vez que habla de una, habla de las tres. Es verdad que yo era muy celosa y, como digo en la película, contaba la cantidad de fotos que había en la pared. En cuanto a mi padre, sí, es verdad que con mi padre yo era hija única. Es esa sensación. Cuando mis padres se separaron, yo era la hija de mi padre. En ese sentido era muy privilegiada. Pero con mi madre, no.
P - ¿Su madre llegaba a sentir celos del tiempo que pasaba con su padre?
Creo que sí, pero creo que me gané el derecho a tener una relación íntima con mi padre, todos los fines de semana, en la que ella ya no estaba. No formaba parte de esa historia porque estaba construyendo una nueva en otro sitio. Para mi madre, además, la relación cara a cara siempre ha tenido más valor que las reuniones familiares. Siempre me ha hecho entender que sentarte cara a cara con alguien es un privilegio. Eso era un tesoro para mí.
P - ¿Para una mujer tan hermosa es aún más duro envejecer? Jane Birkin habla en la película de un momento en que quiere que desaparezcan los espejos y las gafas.
Sí, creo que sí. Ella me enseñaba todo el rato fotos de cuando tenía 20, 30, 40 años. Es muy difícil aceptar la edad. Pero al mismo tiempo, mi madre ha mantenido, y creo que está orgullosa de ello, cierta dignidad. Todavía no está cómoda con su imagen, pero al mismo tiempo no se ha hecho ningún retoque en la cara, no se ha hecho cirugía estética. Se muestra al natural, tal como es.
Charlotte Gainsbourg,
P - Si me permite decirlo, usted es guapa, pero su madre era guapísima. Eso quizá resultaba intimidante.
R - ¡Sí, es toda mi vida! Enseguida descubrí que para mi familia lo físico tenía mucha importancia. Para mi padre tenía un valor enorme y para mi madre también. Mi madre era guapísima y pese a todo tenía complejos en comparación con su madre. Mi abuela (Judy Campbell) era de Hollywood. Era una cosa impresionante. Y yo veía que conmigo íbamos a peor. Las tres hijas de mi madre nos parecemos a nuestros padres y el mío no era muy guapo, que se diga. Para mí tiene un encanto enorme, pero ¿guapo? No tengo la nariz perfecta de mi madre, así que las comparaciones con mi madre son muy duras, me han educado con unos códigos y unos cánones de belleza que hacen que una se mire con lupa. Eso es muy complicado cuando eres joven, vivirlo, evaluarte todo el tiempo. Eres actriz y debes aceptarte a ti misma, entender que hay otras cosas que no son la belleza física.
P - Aunque se declara pudorosa, en la película habla con su madre de sexo, de cómo era dormir con sus distintas parejas, y ambas han aparecido desnudas en el cine, con cierto escándalo. El pudor del que hablan no es físico.
No, no tenemos ningún pudor físico. Cuando era muy pequeña sí lo tenía, pero después de trabajar en las películas de Lars Von Trier he comprendido que no tenía pudor. Era más con los sentimientos. Tenía la impresión de que me desnudaba mucho más llorando sin filtros ante la cámara que enseñando el culo.
P - ¿Disfruta más sus películas o las de su madre?
Oh, prefiero no comparar. Sería horrible. No hay que compararse en la vida. Ya me pasaba físicamente. Me he pasado la vida intentando no hacerlo. Están las canciones, las películas, la belleza, las fotos..., no acabaríamos nunca.
'Jane por Charlotte' se estrenó mundialmente en el Festival de Cannes de 2021. Luego fue seleccionada en la sección Perlak del Festival de San Sebastián. Llegará al catálogo de Filmin el 6 de mayo. Su título es un homenaje a Agnes Varda y a su película 'Jane B. por Agnes V.', de 1988.