Por qué el rey Juan Carlos se quedó sin poder ir a los toros

El rey Juan Carlos es un gran aficionado a los toros. No en vano en estos ocho años desde su abdicación ha sido una de sus actividades preferidas. Tras anunciar en mayo de 2019 su intención de retirarse de la vida pública, se dejó ver varias tardes en la plaza de Las Ventas, durante la última feria de San Isidro antes de la pandemia. Se había convertido en un espectador habitual en la barrera de Preferente, en el tendido 2 del coso madrileño.

Aprovechando la actual visita a España, que coincide justamente con la reanudación de las corridas en Las Ventas tras dos años de parón, El Chivato ha podido escuchar que don Juan Carlos recibió varias invitaciones de empresarios para acudir a los toros.

Sin embargo, no ha podido aceptar ninguna de estas ofertas debido a la imposibilidad de pernoctar en La Zarzuela. Eso complicaba la logística si había que buscarle un alojamiento en Madrid, porque las corridas acaban pasadas las nueve de la noche.

“Don Juan Carlos habría querido quedarse algunos días más en Madrid tras las regatas de Sanxenxo para ver a más amigos, ir algún día a la feria de San Isidro y apoyar la fiesta”, ha escuchado El Chivato en su entorno.

Hay que recordar que la infanta Elena comparte su pasión por el mundo taurino, así como por otras de sus aficiones como la vela, como se ha podido comprobar en Sanxenxo, donde se les ha visto juntos en varios momentos del fin de semana durante las regatas.

Doña Elena acompañó a su padre a numerosas corridas antes de que se marchase a Abu Dabi. También ha sido habitual que los hijos de la infanta, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, acudan junto a su madre y su abuelo a algunos festejos taurinos.