Contundencia
Julio Baptista lamentó que a su equipo le faltara rotundidad en las áreas frente al CD Laredo
A Julio Baptista, entrenador del Real Valladolid Promesas, lo que más le dolió de la derrota (0-1) frente al CD Laredo fue la forma, puesto que consideró que su equipo manejó “bien” el partido. “En el anterior jugamos peor y ganamos. En este faltó esa contundencia en un balón frontal. Es un error. Pero nosotros hemos generado bastantes ocasiones y no conseguimos concluirlas en gol. Si eres capaz de abrir el marcador, el partido cambia porque el rival te viene a presionar y genera espacios. Ellos se encontraron muy cómodos con un bloque atrás y esperando transitar”, explicó tras el duelo.
Y es que el técnico blanquivioleta lamentó que el Promesas no aprovechase esa mejoría en el juego respecto a la anterior jornada frente a un rival al que no logró superar. “Ellos, en general, solo creaban peligros en centros laterales y a balón parado. En un momento del partido empezaron a ser más directos y acabaron encontrando el gol”, expuso.
Más allá del análisis futbolístico, Baptista también se mostró dolido con la actuación arbitral: “El Real Valladolid, como institución, merece más respeto. Hay cosas que están pasando, sobre todo cuando jugamos en casa, que el Comité de Competición tiene que analizar. Hay decisiones que impactan en el resultado final. Hoy ha habido jugadas, como las expulsiones, que te dejan impotentes y sin competir. La figura del árbitro es para controlar el juego y gestionarlo bien, no para que yo venga aquí y reflejar tres o cuatro acciones”.
Respecto a su expulsión, aseguró que “el juez de línea estaba a treinta metros” y el árbitro principal “en el centro del campo”. “En ningún momento ha habido falta de respeto ni me he dirigido a él. Me expulsa, para mí, injustamente porque no he hecho nada. Podría haber venido con la amarilla por estar levantando los brazos y avisarme”, señaló.
Y es que se trata de la primera roja que ve como entrenador, punto que también explicó: “Es la primera vez para mí. Siempre intento ser muy educado con todos los árbitros y nunca hay falta de respeto, algo que considero súper importante. A veces me siento impotente porque no hay el mismo trato. Sobre todo, nos perjudica para el siguiente partido”.
Por último, también consideró que el estado del césped no favoreció la propuesta de los suyos. “Hay una cosa que para nosotros es importante y es que el terreno de juego no estaba en buenas condiciones. Me sorprende. Había mucha arena y los jugadores se estaban resbalando. Nos perjudica porque somos un equipo que quiere tener el balón y no conseguimos meter un ritmo superior al partido”, finalizó.