El duende de Blanca Paloma pellizca el corazón de España
El duende de Blanca Paloma pellizca el corazón de España. “No siempre más energía es más emoción”. Ya lo avisó Nina nada más comenzar la final del Benidorm Fest. Se avecinaba palomazo. La de anoche fue una final de infarto. Entre la nana de amor y muerte de Blanca Paloma y el fuego liberador de …
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El duende de Blanca Paloma pellizca el corazón de España. “No siempre más energía es más emoción”. Ya lo avisó Nina nada más comenzar la final del Benidorm Fest. Se avecinaba palomazo. La de anoche fue una final de infarto. Entre la nana de amor y muerte de Blanca Paloma y el fuego liberador de Agoney estaba el futuro español de Eurovisión 2023. Al final, el quejío lorquiano de Blanca Paloma se alzó con el micrófono de bronce del Benidorm Fest. Una estatuilla que le otorga el pase directo a Liverpool. Con 169 puntos, EaEa representará a España en el Festival de Eurovisión el próximo 18 de mayo.
Tengamos las cosas claras o no, lo que hizo Blanca Paloma en su segundo intento de participar en Eurovisión fue de otro mundo. EaEa es un auténtico derroche vocal apoyado por una puesta en escena que pone los pelos de punta. Una historia de amor más allá de la muerte.
Arribó la Blanca Paloma como un soplo de aire fresco para encandilar al mundo con su homenaje a las raíces, a ese legado de amor que hemos transferido de generación en generación en forma de nana. El pabellón del Palacio de los Deportes L’Illa de Benidorm se vino arriba al finalizar la actuación. Blanca Paloma recibió la mayor ovación de la noche. Había llegado el sorpasso.
Agoney, firme candidato al triunfo, se tuvo que conformar con un segundo puesto. RTVE
Agoney, su único rival en la gala, también fue impecable vocalmente. Tuvo presencia en el escenario, rezumó pasión, supo contar la historia y conectó con la audiencia. Defendió un tema infernal, con el que demostró, como ya lo hiciera en Dúos increíbles, que lo suyo es el directo y que su magnífico derroche vocal crece en el escenario.
Detrás de los tres minutos de Quiero arder rezuman cientos de horas de trabajo con los cinco bailarines que le arropan en el escenario cuyo resultado fue una coreografía impecable. Por poner un inconveniente, su Quiero arder vuela de la agresividad a la suavidad demasiado rápido, sin tiempo a la asimilación.
Lo cierto es que la propuesta de Agoney era un tema muy eurovisivo, cuyo estilo podría coincidir en Liverpool con cualquier otro. Por su parte, EaEa, la apuesta de Blanca Paloma, sin duda, es Marca España. Lo que no está nada claro es que este homenaje a las raíces se vaya a entender más allá de los pirineos.
Paradójicamente, al finalizar la gala, las casas de apuestas todavía daban como favorito al guanche, seguido muy de cerca por Blanca Paloma.
"Europa tiene sed de flamenco"
Sostiene Blanca Paloma que Europa tiene sed de flamenco. Ya veremos, Desde Remedios Amaya no apostábamos por algo tan folclórico y racial. Recordemos que en 1983 la sevillana empezó la actuación con mal pie. A última hora la obligaron a cambiar de vestido, porque el que llevaba se confundía con el escenario, así que tuvo que salir con una túnica de rayas para la que no tenía zapatos a juego; por eso decidió salir descalza. Aquellos los pies desnudos regresaron a casa de vacío. Cero puntos. Mucho ha llovido desde entonces.
A las puertas de festival también se quedó Vicco. La tercera posición fue para su Nochentera. La catalana, que volvió a actuar en última posición, llegaba presumiendo de ser la intérprete del tema más escuchado en Spotify entre todos los participantes de esta. Más de un millón y medio frente a los 730.000 de Agoney.
Alice Wonder, en un momento de su actuación en la final del Benidorm Fest. RTVE
Alice Wonder, que quedó en quinta posición con 89 puntos, era otra de las favoritas de los eurofans. Si hubiera ganado su candidatura, probablemente se habría convertido en el alter ego de Salvador Sobral que ganó el micrófono de cristal en 2017. El portugués rompió moldes en el festival con una balada que recordaba a la bossa nova del maestro Caetano Veloso y a Ivan Lins. Amar pelos dois, un tema tan delicado como su intérprete que años después confesó que aquello supuso su “mayor prostitución” musical.
La peor parada de esta edición ha sido Fusa Nocta. La valenciana comenzó como la gran favorita de los eurofans y poco a poco se fue desinflando hasta quedar en última posición con 71 puntos.
En cualquier festival que se precie la verdadera prueba de fuego es el directo. No tiene nada que ver con la música enlatada. Fusa Nocta lo dio todo en la final, estuvo mejor que en su primera actuación, pero continuó ahogándose y perdiendo afinación. Está claro que esta chica pincha en el directo. Su tema Mi familia bebe del trap y de la esencia de Rosalía. Quizá sea la reminiscencia del Malamente la que la colocó entre los favoritos. El caso es que si cantara bien sería Rosalía.
A las once de la noche la suerte ya estaba echada. Ya habían pasado todos los candidatos por el escenario. El martes y el jueves, a esa misma hora, el espectáculo del Benidorm Fest aún estaba arrancando. Antes de la medianoche ya sabíamos que, 40 años después, España apuesta de nuevo por el flamenco en Eurovisión. Se agradeció el adelanto y seguro que la audiencia también lo reconoce.
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