Juntos, pero cada vez más 'revueltos'
La celebración del 40 Aniversario del Estatuto de Autonomía que ha albergado este viernes el Parlamento autonómico repitió la 'foto fija' que se viene proyectando desde hace meses: de un lado, el Gobierno PP-Vox y, de otro, los partidos de la oposición . Entre ambos, tanta crispación y desencuentro que cualquier acercamiento, no digamos consenso, se convierte en una auténtica quimera. Con ese ambiente y después de dos años 'de vacío' –el 2021 por la pandemia y el 2022 porque las Cortes aún no se habían constituido tras las elecciones autonómicas del 13 de febrero– el hemiciclo volvió a contar con el solemne acto para, en principio, rendir homenaje a la norma por excelencia de Castilla y León. Así se hizo ante unos 200 invitados, entre los que no faltaron, como es habitual, diputados, senadores, los representantes de las instituciones propias e, incluso, los secretarios autonómicos de CCOO, UGT y CEOE, además de expresidentes de las Cortes y un único expresidente de la Junta, el socialista Demetrio Madrid. También máximos responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre ellos de la Guardia Civil quien, muy amablemente, ha declinado hacer comentarios ante el hecho de que la falta de consenso político haya dejado a la Benemérita sin la Medalla de las Cortes. Todos asistieron al acto más breve de cuantos se recuerdan. Apenas doce minutos bastaron al presidente del Parlamento, Carlos Pollán (Vox), para leer su primer discurso y lo hizo con un pequeño atril colocado en su mismo escaño de la presidencia. Desde allí, llamó a la Cámara a dar «ejemplo a nuestros ciudadanos, y por qué no, también al resto de los españoles» pese a las «legítimas discrepancias». «Que vean que la concordia entre quienes piensan diferente es posible» , ha subrayado Pollán, quien instó a «aceptar y respetar» las «legítimas discrepancias que pueden existir entre nosotros». Vista a poco más de un año atrás: «Las elecciones de febrero de 2022 dejaron clara la composición» del Parlamento autonómico, ha subrayado Pollán en un discurso en el que ha echado la mirada más allá «como herederos de un largo y provechoso pasado que empieza no hace 40 años, ni un siglo, sino mucho más atrás». En la que está siendo una bronca legislatura, ha reclamado «respeto institucional» y ha pedido a los procuradores «un esfuerzo por dignificar la política». Además, ha instado a la «colaboración sincera, sin filibusterismos políticos de ninguna índole» para afrontar los «muchos» problemas que tiene ante sí Castilla y León, como la despoblación, la «falta de oportunidades para nuestros jóvenes» o el desempleo. «Sólo desde la colaboración entre todos y para todos» será posible enfrentarse a un presente «cada vez más desafiante» y «encarar» un futuro marcado por la incertidumbre». «Son muchos y muy complejos los desafíos», ha asumido Pollán, quien también llamó a «sentirnos profundamente orgullosos» de la historia que «nos ha traído hasta aquí» a España y a Castilla y León». Y ha concluido con vivas a Castilla, a León, a España y al Rey. Noticia Relacionada vertical No La celebración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, en imágenes I. J. Autoridades políticas, civiles y militares asisten en las Cortes al acto oficial El discurso no fue aplaudido ni por la bancada socialista ni por el Grupo Mixto (CS, Unidas Podemos y Por Ávila). Sí lo hicieron «por educación y por respeto» los dos procuradores de Soria ¡Ya! que acudieron al acto sin su portavoz, Ángel Ceña, ausente por motivos personales, los que también esgrimió el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz. Quienes tampoco estuvieron, como ha ocurrido siempre, fueron los tres parlamentarios de la Unión del Pueblo Leonés. Concluido el acto institucional, los representantes de los grupos parlamentarios hicieron sus propias valoraciones, tanto de las palabras de Pollán como de la realidad actual de la Comunidad 40 años después de que arrancase su Estatuto de autonomía. En el primero de los casos, el portavoz del PSOE, Luis Tudanca, fue contundente: «No había nada que aplaudir y muy poco que celebrar». Más aún, aseguró que «no sé qué es peor si la crispación o la nada», en referencia a las palabras del presidente de las Cortes, de las que alabó que, al menos «haya dicho que acepta el marco jurídico». Sin embargo, clamó que «ya está bien de hablar del pasado» y de «querer llevarnos al pasado oscuro que la extrema derecha añora», al tiempo que consideró que «escucharle hablar de concordia, es un ejercicio de hipocresía» y se mostró preocupado porque Pollán, en su discurso, no haya pronunciado las palabras 'comunidad autónoma', ni 'estatuto'. El procurador de CS, Francisco Igea, también justificó su actitud en que «no vamos a aplaudir a quien es uno más del equipo de 'hooligans' y populistas que llevan las riendas, mientras Mañueco calla» , y reprochó a Pollán que hablase de «filibusterismo parlamentario» porque «sorprende viniendo de donde viene». Por su parte, Pablo Fernández, el parlamentario de Unidas Podemos, fiel a su estilo, acusó a PP y Vox de haber convertido las Cortes en «una cochiquera, en una pocilga» , por lo que también afirmó que «no hay nada que celebrar» en un día que consideró «triste» porque «todos los días se mancilla, pisotea, conculca y vulnera» el Estatuto de Autonomía de esta Comunidad. Mientras, el representante de Por Ávila, Pedro Pascual, tachó de «correcto» el discurso presidencial, si bien denunció que 40 años después se mantienen los desequilibrios territoriales en provincias como Ávila y Soria . Precisamente, la procuradora soriana, Vanessa García, que se estrenó en esta celebración, se manifestó en términos parecidos y advirtió de la existencia de una «comunidad de dos velocidades y centralista». En cambio, para el viceportavoz del Grupo Popular, Ángel Ibáñez, «con pocas palabras se pueden decir muchas cosas» y con ellas se mostró «conforme». Ibáñez, que destacó «la mejora del estado de bienestar de los castellano y leoneses en estos 40 años», defendió que los parlamentarios populares «practicamos la máxima de la moderación; somos más de tender puentes que de levantar murallas». Pese a todo, el vestíbulo de entrada del Parlamento autonómico logró reunir a sus señorías en torno a una copa de vino (Rueda y Cigales), cerveza y refrescos y embutido y queso para pasar el 'trago'. Unas viandas frugales que sirvieron para desplegar conversación aunque, eso sí, por grupos y colores y sin apenas mezclas entre ellos. Una hora después de acabar la celebración, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, utilizó Twitter (prefirió no responder a los periodistas en las Cortes) para destacar los avances logrados por la Comunidad en estos cuatro décadas de autogobierno. «40 años de identidad, libertad, progreso, avances , desarrollo económico y calidad de los servicios», escribió. «Hoy celebramos nuestra Autonomía y el tremendo orgullo que sentimos por nuestra tierra. Más Castilla y León es más España», concluyó. Otro 'tuitero' habitual como es el vicepresidente de la Junta (Vox), Juan García-Gallardo, optó, en esta ocasión, por no hacer referencia alguna a la conmemoración.