El Sindicato Médico CESM mantiene la convocatoria de huelga prevista para el primer lunes de marzo , abril y mayo en la Comunidad Valenciana ante el «bloqueo» de las negociaciones con la Generalitat para mejorar sus condiciones laborales. «Nuestras reivindicaciones no son políticas, ni van encaminadas a crear conflictos ni a derrocar gobiernos, son tan solo una exigencia de respeto hacia los médicos y de supervivencia de la sanidad pública. Respeto que, visto lo visto, no nos tienen y supervivencia del sistema sanitario que por desgracia veremos no va a ser muy larga, por muchas maquetas y mentiras que vendan en prensa», explican este martes un comunicado. Desde la Conselleria de Sanidad -en cuya sede hay prevista una concentración el próximo lunes- lamentan «la ruptura unilateral» por parte de CESM de la negociación a través de los medios, pese a los «avances relevantes» al cerrarse acuerdos «de peso» pactados en otras comunidades. No obstante, mantienen su disposición a dialogar, que es «la postura más responsable y útil para la ciudadanía». En ese sentido, el departamento que dirige Miguel Mínguez recuerda que mantiene una negociación abierta y en paralelo con todos los sindicatos de la mesa sectorial en la que «confía firmemente» en llegar a un acuerdo relativo a mejoras asistenciales y para todas las categorías profesionales. Un escrito que no ha gustado a los convocantes de la huelga, que rechazan haber roto las negociaciones. Insisten en que han sido «pacientes» durante quince días esperando una propuesta de Sanidad que no ha llegado pese a sus «llamadas sin respuesta» . La pelota está en el tejado de la Conselleria: para cerrar el conflicto piden que su oferta se equipare a las de las otras autonomías. Respecto a la alusión a la mesa sectorial, en la que están representados los seis sindicatos mayoritarios, desde CESM aseveran que los problemas que han llevado a convocar los paros son «específicos» de los médicos, motivo por el que los defienden «en solitario». Las reivindicaciones que llevarán a los tres paros Entre las reivindicaciones planteadas por el colectivo al Gobierno que lidera Ximo Puig está la de poner un tope máximo de consultas por médico . El sindicato afirma que Sanidad les ofreció como una de las soluciones los llamados 'módulos adicionales', con una retribución inferior a lo que cobra una enfermera de quirófano por el mismo tiempo de trabajo. Ademán, exigen que ningún médico se vea obligado a estar la mitad del mes de guardia localizada, «sin poder despegarse del teléfono», o que se le obligue a hacer más de tres guardias presenciales porque la Conselleria «no ha dotado la plantilla de médicos con el número mínimo de efectivos para dar servicio». Del mismo modo, piden que no se denieguen las solicitudes de los médicos de más de 55 años que quieren dejar de hacer guardias con el argumento de las «necesidades de servicio» y que dejen de «insultar» a estos profesionales ofreciendo como única mejora salarial incrementos de un euro y medio la hora de guardia, «como generosa concesión cuando en toda España se han aprobado incrementos retributivos mucho mayores». También critican que un médico de familia se vea obligado a desplazarse con sus medios para atender a un paciente a 10 o 15 kilómetros de su consulta, en ocasiones a altas horas de la madrugada y «solo, sin importarles su seguridad o si tiene vehículo propio o simplemente carnet de conducir». Asimismo, censuran que a los compañeros del SAMU, que tiene turnos de 24 horas, no se les abone la dieta como si se hace con otros colectivos y exigen el compromiso de que las unidades de SAMU dispongan de médico en todas sus actuaciones. Por último, también reclaman que a los MIR se les abonen los gastos de desplazamiento cuando, para completar su formación, tiene que hacer rotatorios fuera de su hospital, que se implante ya la jornada laboral de 35 horas semanales y se contemple la jornada laboral de lunes a viernes.
