Real Sociedad - PSG. El mejor partido en el peor momento
Umar Sadiq es el traspaso más caro de la historia de la Real Sociedad. 20 millones pagó por el nigeriano al Almería. Carlos Fernández costó 10 millones y André Silva está cedido por el Leipzig con una opción de compra por 15 millones de euros. Entre los tres han marcado cuatro goles, dos de Sadiq y dos de Silva.
Un dato que explica la caída de la Real en las últimas semanas. El equipo sigue dependiendo de los goles de Oyarzabal, que ha marcado 13 esta temporada. Pero el capitán se lesionó contra el Girona el 3 de febrero. Desde entonces solo ha jugado contra el Mallorca en la vuelta de la semifinal de Copa. En ese partido tuvo la desgracia de fallar el penalti que apartó a su equipo de la final, aunque marcó el único gol de los suyos con el partido en juego. En su ausencia la Real solo ha ganado uno de los seis partidos que ha disputado. Ha perdido tres de Liga, la ida de la Liga de Campeones contra el PSG y empató en la ida de la semifinal de Copa contra el Mallorca.
La Real no ha encontrado a nadie que marque los goles que le faltan sin el capitán. Brais Méndez, el siguiente en la lista de goleadores empatado con Kubo, marcó el fin de semana pasado contra el Sevilla. Pero ha perdido la frescura que le hizo marcar y ser elegido mejor jugador del partido en las tres primeras jornadas de la Liga de Campeones. El japonés solo ha marcado un gol desde su regreso de la Copa de Asia y todavía no se ha estrenado en la competición continental.
La Real recibe al PSG en su peor momento de la temporada y con la necesidad de remontar dos goles. Solo ha ganado uno de los últimos nueve partidos. «Son muchos goles recibidos a balón parado, cuando hemos sido un equipo muy fiable en los últimos años. Puedes entrenar muchas cosas, que luego si el jugador que le toca hacer una cosa u otra se despista... Es responsabilidad del jugador», explica Imanol. El entrenador de la Real se quejó después del partido de ida de que su lateral derecho, Traoré, el hombre encargado de marcar a Mbappé, abandonara el campo para ser atendido justo antes del córner en el que llegó el primer gol al PSG.
Pero se queda con la primera parte del partido jugado en París como modelo de lo que tienen que hacer. «No tengo ninguna duda de que si se comporta como se comportó el día que jugamos el partido de ida, sobre todo en la primera hora, el equipo es capaz de hacer ese primer gol, meterse en la eliminatoria y con el apoyo de nuestro público ser capaces de dar la vuelta. No lo digo por hacer soñar, es porque lo demostramos durante la primera hora que jugamos allí y ellos lo saben», asegura. «Seguramente que eso nos acerca a olvidarnos de donde venimos, porque es un partido único, especial, diferente y entiendo que es así como lo tenemos que hacer», añade el técnico realista.
«Necesitaremos la mejor versión de la Real para competir contra uno de los mejores equipos de Europa. No es un partido cualquiera. Mientras nosotros tengamos ganas e ilusión todo es posible. La afición cree en nosotros y pienso que va a ser una gran noche», dice Kubo. «Creo que la mayoría hemos soñado defender la camiseta de la Real contra un equipo grande de Europa y ante nuestro público, sobre todo los de casa. Y esperemos que no sea el último partido que juguemos esta temporada en Champions», añade.
Para la Real, la eliminatoria significa mantener viva la ilusión de igualar a aquel equipo que ganó dos Ligas en los 80 y que alcanzó las semifinales de la vieja Copa de Europa en el 83. Perdió entonces contra el Hamburgo, que después sería campeón ante la Juventus. «Si somos capaces de acertar con el primer gol, sea el minuto que sea, estoy convencido de que vamos a estar muy cerca de poder lograr ese segundo gol. Después habrá que tirar de oficio, de todo, para poder soñar», dice.