La sopa poco conocida que tiene más fibra, calcio y potencia el sistema inmunológico
Junto con el frio llegan comidas calientes que aportan nutrientes, minerales y beneficios al organismo.
Junto con la época de frío llegan las comidas de invierno, que ayudan al cuerpo a no perder calor y a su vez nutrirlo. Uno de los platos por excelencia para esta temporada es la sopa.
Una de las ventajas de hacer esta comida es que es fácil, rápida de cocinar y aporta fortaleza al sistema inmunológico y fibra. Entre sus sabores más conocidos está la calabaza.
¿Cuáles son las propiedades de la calabaza?
La Academy of Nutrition and Dietetics de los Estados Unidos destacó que la calabaza tiene un extraordinario contenido de nutrientes. Además, la Fundación Española del Corazón señala que es rica en agua, fibra y ayuda a las personas con problemas digestivos.
Entre las propiedades de la calabaza se encuentran:
- Potasio
- Calcio
- Magnesio
- Vitamina A
- Vitamina C
- Vitamina E
Elegir buenas calabazas puede ayudar a obtener un mejor sabor en la sopa.
¿Cuáles son los beneficios de la calabaza para la salud?
Elegir alimentos que se encuentren en su punto justo de maduración es clave para aprovechar todos sus beneficios. La Fundación Española del Corazón señala que para elegir una buena calabaza hay que "fijarnos en aquellas que estén firmes y con la piel intacta, y si tienen su rabo o pedúnculo, mucho mejor".
A pesar de que existen diferentes de beneficios de este alimento, algunos de los más destacados hasta el momento son:
- Mejora la piel
- Incrementa la vista
- Colabora con la digestión
- Fortalece huesos
- Mejora el estado de ánimo
- Reduce inflamación
Paso a paso: ¿cómo hacer una sopa de calabaza?
Realizar este plato es muy simple y práctico porque adopta un sabor único. Los ingredientes clave para esta preparación son 1 calabaza, 3 tazas de caldo de verdura, aceite a gusto, 5 ajo, 1 cebolla, 2 tallos de apio, 2 zanahorias, sal, romero y tomillo a gusto.
Los pasos a seguir para preparar una sopa de calabaza son los siguientes:
- Precalentar el horno a 180°C
- Cortar los ingredientes en trozos
- Volcar a una placa de horno
- Condimentar a gusto
- Procesar antes de terminar
- Cocinar por más de 10 minutos